Nueva York (AFP) – Dos sobrinos de la primera dama de Venezuela pasarán 18 años tras las rejas por intentar traficar 800 kg de cocaína a Estados Unidos, una pena severa pero bastante inferior a la requerida por la fiscalía.
El juez Paul Crotty, de la corte federal de Manhattan, decidió que Franqui Francisco Flores de Freitas, de 32 años, y su primo Efraín Antonio Campos Flores, de 31, ambos sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente Nicolás Maduro, pasarán 216 meses en la cárcel.
La defensa pedía 120 meses -10 años-, la pena mínima por el delito por el cual fueron condenados.
Pero la fiscalía solicitó inicialmente cadena perpetua y luego redujo el pedido a 360 meses de cárcel, o 30 años, al argumentar que los acusados tenían lazos con la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que el dinero iría a parar a las arcas de una campaña para las legislativas de 2015 en beneficio de su tía Cilia Flores.
– «No son el presidente» –
«Iban a usar este dinero para continuar ejerciendo el poder en Venezuela», donde «operaban con impunidad», afirmó el fiscal Emil Bové antes de la sentencia.
«Si los acusados fueran de República Dominicana o del Bronx, estaríamos hablando de 10 años (de pena). Pero son de Venezuela», sostuvo por su lado David Rody, abogado de Flores de Freitas, que negó vehementemente los lazos con las FARC.
Pero los sobrinos «no son el presidente y no deben cargar con la ira del gobierno (estadounidense) hacia Venezuela», aseveró.
Los dos acusados se dirigieron al juez en español y mostraron arrepentimiento, aunque sobre todo destacaron su amor por su familia.
«Estoy muy avergonzado y arrepentido por todo el daño y humillación que esto nos ha causado», dijo Campos Flores al juez minutos antes de la sentencia, hablando en español. Y dirigiéndose a su esposa, le habló de tú a tú, y le pidió perdón por haberse perdido el nacimiento de su segundo hijo: «Eres la luz más brillante en la noche más oscura».
Su primo Flores de Freitas rompió en llanto al hablar de su hijo de nueve años, que escribió al juez para pedir clemencia para su padre, y pidió «una oportunidad» para reparar sus errores.
«Estoy tan arrepentido por el error terrible que cometí. Somos todos humanos y caemos todos en el pecado. Pero no es una excusa por haberme metido en la experiencia más vergonzosa de mi vida», afirmó.
El juez aseguró que los acusados «no son los narcotraficantes más astutos que jamás existieron» y lamentó que «parecen más preocupados por el impacto en su familia que por haber violado la ley en Estados Unidos».
– Pocas visitas –
Crotty dictaminó que cada uno deberá pagar una multa de 50.000 dólares, y accedió a solicitar a las autoridades penitenciarias que sean encarcelados en una misma prisión de Florida (sur).
A raíz de las restricciones de viaje impuestas por Estados Unidos a muchos venezolanos con lazos en el gobierno de Maduro, «las oportunidades de visita desde Venezuela serán muy limitadas», dijo el juez.
Los propios abogados de los acusados los describieron durante su juicio como dos «estúpidos» y «novatos» que intentaban ganar millones sin entender nada del narcotráfico y cayeron en una trampa de la DEA, la agencia antidroga estadounidense.
Pero la fiscalía aseguró que los jóvenes pertenecientes a la familia más poderosa de Venezuela se creían impunes para enviar casi una tonelada de cocaína a Honduras, sabiendo que terminaría en Estados Unidos, y creían que por esos lazos un avión privado que transportaría la droga tendría menos escrutinio. A cambio recibirían 20 millones de dólares.
En noviembre de 2016, tras un juicio de nueve días, un jurado popular decidió por unanimidad que los dos eran culpables.
Los dos sobrinos de Cilia Flores fueron detenidos en Haití en noviembre de 2015 por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, que llevó a cabo operaciones encubiertas en Venezuela y Honduras para capturarles.
Cilia Flores ha considerado el arresto de sus sobrinos como un «secuestro» y dijo que se trataba de «una venganza». Para Maduro, la meta de Estados Unidos es atacar a su gobierno.
«¿Ustedes creen que son casualidad (los ataques)? ¿Que el imperialismo haya creado una causa que tiene como único objetivo atacar a la primera dama, a la primera combatiente, a la esposa del presidente, ustedes creen que es casualidad?», preguntó el mandatario socialista hace poco más de un año, durante un mitín.