Washington (DC).- Estados Unidos ha implementado nuevas medidas para reducir la migración irregular y fortalecer la seguridad en la frontera sur.
Estas acciones incluyen una proclamación actualizada que extiende las restricciones de entrada de no ciudadanos, una normativa final conjunta entre el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el Departamento de Justicia (DOJ), y un aumento en las deportaciones y expulsiones.
El presidente Joe Biden emitió una nueva proclamación que enmienda la versión de junio, prolongando la suspensión temporal de la entrada de no ciudadanos hasta que se logre una disminución sostenida de cruces ilegales en la frontera sur.
La norma final conjunta publicada por el DHS y el DOJ establece restricciones más severas para aquellos que crucen sin autorización, limitando su elegibilidad para solicitar asilo con pocas excepciones.
Una respuesta a la migración irregular
La proclamación del presidente Biden y la norma final conjunta buscan reducir el flujo migratorio en la frontera sur.
Desde su implementación el 5 de junio de 2024, el gobierno señaló que se ha observado una disminución significativa de más del 55% en los encuentros diarios entre los puertos de entrada. Esta caída en las entradas ilegales es vista como un reflejo del éxito de estas medidas.
Uno de los cambios clave es que las restricciones de la proclamación no se levantarán hasta que el promedio de encuentros diarios durante 28 días consecutivos caiga por debajo de 1.500 personas.
Además, se ha incluido a los niños no acompañados de países no contiguos en los cálculos de los encuentros diarios, un cambio que permite una evaluación más precisa del impacto de la migración en los recursos del sistema.
Acciones concretas del DHS y el DOJ
En paralelo, el DHS ha reforzado su capacidad de procesamiento y deportación, reduciendo significativamente el tiempo que toma deportar a quienes no califican para protección en los Estados Unidos.
Entre junio y agosto de 2024, el DHS deportó o expulsó a más de 121.000 personas, lo que representa un aumento considerable en comparación con el mismo periodo del año anterior. Además, se ha triplicado el número de personas procesadas bajo el programa de deportación acelerada.
En términos de seguridad fronteriza, la administración también ha ampliado la capacidad de detención y optimizado los vuelos de repatriación para incrementar el número de deportaciones semanales.
ICE, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, ha operado casi 400 vuelos de repatriación en el mismo período, enviando a migrantes a más de 140 países.
Excepciones y procesos legales
Aunque las medidas son estrictas, continúan aplicándose excepciones para ciertos grupos. Los residentes permanentes legales, niños no acompañados, víctimas de trata y aquellos con visas válidas o permisos legales para ingresar al país están exentos de las restricciones.
Además, los migrantes que utilicen el sistema de citas móviles CBP One para cruzar de manera legal continúan siendo elegibles para asilo.
Este sistema de citas ha sido una de las innovaciones clave de Estados Unidos, facilitando la programación de 1.450 citas diarias en ocho puertos de entrada terrestres. Este proceso permite que los migrantes envíen información antes de llegar a los puertos de entrada, lo que agiliza el trámite migratorio.
Un llamado a la acción del Congreso
A pesar de los avances, Estados Unidos ha destacado la necesidad de una solución legislativa más integral.
El sistema de inmigración y asilo actual sigue siendo obsoleto y carece de los recursos necesarios para enfrentar de manera eficaz los desafíos actuales de la seguridad fronteriza.
El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, hizo un llamado al Congreso para que apruebe reformas bipartidistas que proporcionen el personal, los recursos y la autoridad necesarios para implementar un sistema migratorio más justo y eficiente.
“La administración ha logrado avances significativos, pero no podemos seguir dependiendo de medidas provisionales. El Congreso debe actuar para proporcionar los cambios estructurales que nuestro sistema de inmigración necesita”, afirmó Mayorkas.
Aunque el gobierno resalta que las medidas implementadas han tenido un impacto importante en la reducción de los cruces ilegales y la mejora de la seguridad fronteriza, ha dejado claro que para lograr una solución duradera se requiere la acción del Congreso.