La Habana (AFP) – Estados Unidos informó que reducirá desde este lunes la validez de las visas de turista para cubanos a un período de tres meses, con derecho a un solo ingreso, una medida que tensa aún más las ya delicadas relaciones bilaterales.
Los cubanos accedían a este visado, conocido como B2, con derecho a múltiples entradas durante cinco años. Pero la encargada de negocios de la embajada en La Habana, Mara Tekach, dijo el viernes que la modificación responde a una situación de reciprocidad.
«Actualmente Cuba otorga a visitantes estadounidenses una entrada válida por solamente dos meses, con una posible prórroga con un mes adicional (…) Para establecer reciprocidad, el gobierno de los Estados Unidos va a alinear esta categoría de visa», precisó Tekach en un video difundido por la embajada en redes sociales.
«A partir del 18 de marzo, las visas B2 se otorgarán de una forma recíproca. Es decir, las visas categorías B2, que incluyen visitas familiares, consultas médicas, viajes de turismo y compras, y fines similares, van a ser otorgadas con una sola entrada y con una validez de tres meses», explicó.
La embajada aclaró además que ninguna otra categoría de visa para cubanos sufre modificación. La medida no afecta a las visas B2 vigentes, precisó el Departamento de Estado a la AFP.
– Otro paso atrás –
La noticia cayó como un balde de agua fría sobre los cubanos, que siguen con atención cómo se deterioran las relaciones entre los dos antiguos enemigos de la Guerra Fría.
«Los cubanos estamos en desacuerdo con la nueva medida tomada por el gobierno de Estados Unidos, porque era una oportunidad que teníamos de estar más (tiempo) con nuestros familiares», declaró a la AFP Denzel Morejón, un trabajador bancario de 26 años que tiene familiares en ese país.
Para una joven que prefirió no revelar su identidad, la medida anunciada este martes marca otro retroceso: «En vez de avanzar lo que estamos haciendo es retrocediendo, nada más».
Tras el histórico acercamiento y reapertura de embajadas durante las administraciones de Barack Obama y Raúl Castro, la relación bilateral retrocedió con la llegada de Donald Trump, quien endureció el embargo que Washington aplica contra la isla desde 1962.
Trump cuestiona el apoyo de La Habana al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, y advirtió en febrero que los «días del socialismo y el comunismo están contados en Venezuela y también en Nicaragua y Cuba».
Estados Unidos asegura que una veintena de sus diplomáticos y familiares fueron víctimas de «ataques acústicos» en la isla, y dejó su embajada funcionando en mínimos. Cuba rechaza esa acusación y exige a Washington que presente pruebas.
La nueva reglamentación dificulta aún más el acceso de los cubanos para solicitar una visa a Estados Unidos. La embajada no ofrece los servicios de visado, y los cubanos deben ir a otro país para hacer el trámite. Más de dos millones de cubanos vive fuera de la isla, la mayoría en Estados Unidos.
En el caso de los estadounidenses, su propio gobierno no permite a sus ciudadanos realizar viajes turísticos a la isla. Sólo pueden viajar a Cuba si aplican en alguna de las doce categorías que ellos mismos establecen, relacionadas con cultura y educación.