Washington (AFP) – Estados Unidos anunció el lunes una prórroga para que unos 250.000 salvadoreños acogidos al programa TPS puedan residir y trabajar legalmente en el país, una decisión muy celebrada en El Salvador por el presidente Nayib Bukele.
El gobierno de Donald Trump dijo que extendió hasta el 4 de enero de 2021 los permisos de trabajo para los salvadoreños bajo el Estatuto de Protección Temporal (TPS), y les otorgó un año para regresar a su país tras la resolución de las demandas judiciales en curso, lo cual podría darse para mediados de 2020.
«Bajo la presidencia de Bukele, El Salvador ha demostrado ser un aliado cercano y confiable para Estados Unidos», dijo el secretario interino del Departamento de Seguridad Interior (DHS), Kevin McAleenan, tras una reunión en Washington con la canciller salvadoreña, Alexandra Hill.
Bukele, el primero en informar de la decisión en un video publicado en su cuenta de la red Twitter, destacó que «gracias a Dios» se logró lo que «decían que era imposible».
«Con esto, varios tomadores de decisión tendrán tiempo adicional para buscar una solución permanente» para los beneficiados por el TPS, dijo.
Sin embargo, el gobierno de Trump, de duro discurso antiinmigración, apunta al fin de este programa, creado en 1990 para amparar a extranjeros en Estados Unidos que por desastres naturales o conflictos armados no podían volver de manera segura a sus países, y al eventual regreso a casa de los beneficiarios.
«El objetivo de la Administración es crear un proceso ordenado para repatriar a los salvadoreños», dijo el DHS en un comunicado.
El TPS fue otorgado a El Salvador tras los terremotos en 2001. Fue renovado desde entonces hasta que la administración Trump anunció el 8 de enero de 2018 su cancelación, argumentando que ya no era necesario.
Pero el cumplimiento de esa decisión está en suspenso desde que el 3 de octubre de 2018 un juez federal de California (oeste) prohibió al DHS implementar la medida hasta que no haya resolución de una demanda presentada por titulares del TPS.
– «Un alivio» –
Los salvadoreños representan el 60% del total de 417.000 extranjeros de 10 países abarcados actualmente por el TPS. La mayor parte reside en las áreas metropolitanas de Washington, Los Angeles y Houston (Texas). Se estima que los 251.000 beneficiarios salvadoreños tienen alrededor de 190.000 hijos nacidos en Estados Unidos.
Concepción Morales, un carpintero de 44 años amparado por el TPS desde hace casi dos décadas, recibió la noticia de la prórroga como «un alivio».
«Es una tranquilidad porque nos da tiempo para seguir luchando por la residencia permanente en este país», dijo a AFP este activista de la Alianza Nacional de TPS, que aboga por una legislación que allane el camino hacia ese objetivo.
En rueda de prensa en Washington, la canciller salvadoreña, que festejó entre abrazos con los «tepesianos» presentes, no ocultó su esperanza de que así sea.
«Seguiremos trabajando con la Cámara baja y el Senado», prometió, subrayando que los salvadoreños con TPS pagan impuestos y contribuyen a la economía estadounidense en rubros como la construcción, los servicios y la hotelería, en muchos casos incluso generando empleo.
Según cifras oficiales, El Salvador recibió en 2018 remesas por 5.468,7 millones de dólares de ciudadanos que viven en Estados Unidos, lo cual equivale a cerca de 16% del PIB.
Para la Fundación para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), la prórroga es un aliciente para El Salvador ante la «preocupación» que supone para varios sectores un masivo retorno de compatriotas.
– «No es ‘pro quid quo'» –
La extensión del TPS para El Salvador se produce tras los convenios migratorios firmados en los últimos meses por Estados Unidos con Guatemala, El Salvador y Honduras para frenar una oleada de inmigrantes indocumentados a su frontera sur, la gran mayoría de Centroamérica.
El DHS dijo el lunes que EEUU y El Salvador firmaron un convenio de seguridad fronteriza y un programa de intercambio de datos biométricos, que se suman al Acuerdo Cooperativo de Asilo sellado el 20 de septiembre.
Estos acuerdos «fortalecerán a toda la región en tanto nos acercamos a la implementación de los acuerdos de cooperación de asilo», dijo McAleenan.
Hill negó que la prórroga del TPS premie el compromiso de El Salvador de recibir migrantes extranjeros mientras se tramitan sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.
«No es ‘pro quid quo’ (devolución de favores)», dijo, asegurando que el gobierno de Bukele no firmó «ningún acuerdo de país seguro», sino «de protección a la gente que pasa por nuestro país» y que aún resta determinar cómo se cumplirá.