Washington (AFP) – El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, nombró este viernes a Elliott Abrams, un cuestionado diplomático que participó en las campañas anticomunistas en América Central, como emisario para «restaurar la democracia» en Venezuela.
El secretario de Estado realizó este anuncio dos días después de que Washington declaró que el mandatario Nicolás Maduro es «ilegítimo» y reconoció a Juan Guaidó como presidente interino.
«Hay muchas dimensiones sobre cómo podemos asistir a los venezolanos para lograr la democracia y vamos a ser responsables de liderar ese esfuerzo», dijo Pompeo.
Abrams trabajó en el Departamento de Estado en los gobierno de los presidentes republicanos Ronald Reagan y George W. Bush como subsecretario de Derechos Humanos entre 1981 y 1989 y como subsecretario de Asuntos Interamericanos entre 1985 y 1989.
Durante el gobierno de Reagan fue muy criticado por el generoso apoyo que dio Estados Unidos a los grupos anticomunistas en Nicaragua y en El Salvador.
En uno de los incidentes más recordados de su gestión, Abrams desestimó en un primer momento la masacre de El Mozote, en la que cerca de 1.000 civiles fueron asesinados por unidades del ejército salvadoreño.
Después se declaró culpable de dos delitos menores por ocultar información al Congreso durante el escándalo de Irán-Contra, la operación mediante la cual el gobierno de Reagan financió en secreto a las fuerzas contrarias al gobierno sandinista en Nicaragua mediante la venta de armas a Irán.
Después volvió al gobierno como asesor del presidente George W. Bush a cargo de temas de derechos humanos y Oriente Medio.
Abrams declaró en el consulado argentino en Washington en el caso de los bebés robados durante la dictadura militar, en un testimonio en el que afirmó que Estados Unidos sabía lo que ocurría.
Pompeo dijo que la primera tarea de Elliot será acompañarlo a Nueva York el sábado, en un momento en que Estados Unidos solicitó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU en esa fecha para intentar que el organismo reconozca la autoridad de Guaidó.
«Después de eso, no podría decirles a donde (su misión) lo llevará. No me sorprendería que terminara viajando por la región», dijo el secretario de Estado.
La crisis política en Venezuela se agudizó después de que el miércoles Guaidó, jefe del Parlamento, se autoproclamó presidente interino del país frente a Maduro, el mandatario en ejercicio.
El segundo periodo del gobierno de Maduro, iniciado el 10 de enero tras unas elecciones consideradas fraudulentas por la oposición, no ha sido reconocido por gran parte de la comunidad internacional.
Estados Unidos y una docena de países de la región han reconocido a Guaidó, incluyendo Argentina, Brasil, Canadá y Colombia.
Sin embargo no ha sido reconocido por México y Uruguay.
«Creemos que cada país debe reconocer al líder constitucional de Venezuela (…) Ya sea México o Uruguay, esperamos poder trabajar con ellos. Queremos elecciones libres y justas en Venezuela», agregó Pompeo.