Cartagena (Colombia) (AFP) – El vicepresidente Mike Pence advirtió el domingo que Estados Unidos no aceptará «una dictadura» en Venezuela, pero se apartó de la opción militar que deslizó el presidente Donald Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro.
«No vamos a aceptar que surja una dictadura en nuestro hemisferio», declaró Pence a la prensa tras reunirse con el presidente Juan Manuel Santos en Cartagena, adonde llegó este domingo como parte de una gira por la región.
Sin embargo, matizó la advertencia que lanzó el viernes Trump acerca de una «posible opción militar» contra el gobierno Maduro, fuertemente criticado por instalar una Asamblea Constituyente en medio de la severa crisis política y económica en Venezuela.
«Como dijo el presidente Trump hace unos días, tenemos muchas opciones para Venezuela pero el presidente tiene confianza en que, al trabajar con nuestros aliados en America latina, vamos a poder lograr una solución pacífica a la crisis que enfrenta el pueblo venezolano», afirmó.
Según el vicepresidente estadounidense, Washington seguirá empleando «el poder político y económico» contra el gobierno de Maduro hasta que se restaure la democracia en Venezuela, sacudida por meses de protestas opositoras que dejan al menos 125 muertos.
En ese sentido, agregó que la Casa Blanca está analizando aplicar nuevas sanciones contra el régimen de Maduro, en rechazo a sus planes para cambiar la Constitución a través de la asamblea que fue elegida en medio de denuncias de fraude.
Las medidas tomadas hasta el momento por el Departamento del Tesoro incluyen el congelamiento de bienes que funcionarios venezolanos puedan tener en Estados Unidos y la prohibición a ciudadanos de ese país a hacer negocios con ellos.
«Venezuela está camino a la dictadura y como dijo el presidente Trump, Estados Unidos no va a quedarse quieto. Vamos a seguir trabajando con las naciones del hemisferio hasta que se restaure la democracia para el pueblo venezolano», reiteró Pence.
– Rechazo a una intervención –
Pence añadió que su gira por Colombia, Argentina, Chile y Panamá busca precisamente aunar esfuerzos para «lograr la restauración de la democracia de Venezuela por medios pacíficos».
Previamente, Santos le había pedido a Pence desechar la posibilidad de una opción militar frente a Maduro.
«Le expresé al vicepresidente Pence que la posibilidad de una intervención militar no debe ser contemplada. Ni Colombia ni América Latina –desde el sur del Rio Grande hasta la Patagonia-, podrían estar de acuerdo», afirmó el mandatario.
Santos consideró que «la presión sobre el régimen venezolano debe mantenerse y acrecentarse», pero sin recurrir a una solución por la fuerza.
«Nosotros respaldamos las medidas que ha tomado el gobierno norteamericano –y respaldaremos medidas adicionales– pero siempre buscando una salida, ojalá negociada, pero sobre todo pacífica», comentó.
La advertencia de Trump contra el gobierno de Maduro fue rechazada por varios gobiernos de la región.
Caracas la tildó de «temeraria amenaza» y dijo que, de concretarse, arrastraría al continente a un «conflicto que alteraría permanentemente la estabilidad, la paz y la seguridad», según una declaración leída por el canciller venezolano, Jorge Arreaza.
La Asamblea Constituyente y los militares, en tanto, cerraron filas alrededor de Maduro.
La crisis en Venezuela dominó el primer viaje de Pence a Colombia, que en principio estaba destinado a analizar varios temas bilaterales, incluidos la implementación del acuerdo de paz con los rebeldes de las FARC y la lucha contra el narcotráfico.