Washington (AFP) – Estados Unidos volvió a instar a los países del Triángulo Norte de Centroamérica a disuadir a los migrantes que intenten ingresar ilegalmente al país, en una reunión a nivel ministerial celebrada este viernes en Washington, centrada en el rol de los traficantes de personas.
Al cerrar la reunión, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen dijo que se habló sobre la necesidad de «incrementar el intercambio de información sobre los flujos migratorios para combatir el crimen organizado transnacional y el tráfico de personas».
El subsecretario mexicano de Prevención y Participación Ciudadana, José Luis Stein, destacó los avances. «Hicimos un paso muy grande, que fue definir con toda claridad cuales son nuestros retos. Los diagnósticos los tenemos claros y a partir de hoy tenemos un compromiso claro, que es el trabajar juntos para solucionar, para hacerle frente a estos problemas», dijo Stein.
En el marco de la Segunda Conferencia sobre la Prosperidad y la Seguridad en Centroamérica, que se celebró en Washington entre el jueves y el viernes, representantes de Guatemala, Honduras y El Salvador, junto con autoridades estadounidenses y mexicanas, debatieron para buscar soluciones a los temas de seguridad y migración.
«Los traficantes de personas (…) llevan a los migrantes a través de rutas peligrosas sin preocuparse de su bienestar. Los traficantes no son humanitarios», dijo Nielsen.
– Disuadir –
Nielsen indicó que los países necesitan renovar los esfuerzos para disuadir a los migrantes de que emprendan «la peligrosa ruta hacia el norte», en alusión a familias enteras e incluso niños, que emprenden travesías a Estados Unidos huyendo de la violencia en Centroamérica.
El canciller mexicano, Luis Videgaray, ejerció como coanfitrión de la conferencia, en la que el jueves participaron el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, el jefe de Estado de Guatemala, Jimmy Morales, y el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz.
«El migrante no es el enemigo, es una víctima de organizaciones que abusan de ellos, particularmente quiero poner énfasis en los niños y en las niñas que son utilizados para burlar los sistemas jurídicos migratorios de nuestros países», dijo Videgaray en el foro ministerial en el que también participaron la ministra de Relaciones Exteriores de Guatemala, Sandra Jovel y el ministro de Seguridad de Honduras, Julián Pacheco.
El jueves, el presidente hondureño había abogado por el destino de los niños migrantes. «Nos urge (…) que los 119 niños separados de sus padres en este país sean devueltos a sus hogares», dijo. También el vicepresidente de El Salvador se había referido a la situación de los menores.
Entre principios de mayo y finales de junio, más de 2.300 menores fueron separados de sus padres -con quienes habían cruzado ilegalmente la frontera del país-, en el marco de la política de «tolerancia cero» frente a la inmigración clandestina de Donald Trump.
Mediante el pacto denominado «Alianza para la Prosperidad», Washington otorga ayuda financiera para implementar programas que mejoren las condiciones de seguridad y crean oportunidades de desarrollo para frenar la migración.
Más de 500.000 personas cruzan clandestinamente la frontera sur de México cada año en un intento por llegar a Estados Unidos, según datos de Naciones Unidas. La mayoría son centroamericanos que escapan de la violencia y la pobreza de sus países.