Washington (AFP) – Estados Unidos cuestionó el martes el plan antidrogas de Colombia por involucrar a la exguerrilla FARC y urgió al gobierno colombiano a garantizar que el pacto de paz con los rebeldes no sea usado por narcotraficantes para evitar la extradición.
William Brownfield, responsable de la lucha antinarcóticos en el Departamento de Estado estadounidense, hizo estas afirmaciones al expresar la «profunda y creciente preocupación» del gobierno de Donald Trump por el aumento en Colombia del cultivo de coca, base de la cocaína.
«Estados Unidos no apoya actualmente el programa de erradicación voluntaria y sustitución de cultivos del gobierno colombiano porque las FARC están involucradas en algunos aspectos del programa», dijo Brownfield.
«Y (las FARC) siguen siendo designadas como Organización Terrorista Extranjera (FTO en inglés) en varias leyes y regímenes de sanciones estadounidenses», añadió, durante una audiencia en el Senado sobre los esfuerzos estadounidenses contra el narcotráfico en Colombia.
Las FARC, que hasta completar su desarme a mediados de agosto fueron el mayor grupo rebelde de América, han admitido haber usado el narcotráfico como fuente de financiación para la conflagración. Pero en el histórico pacto que firmaron en noviembre pasado para terminar más de medio siglo de conflicto armado, se comprometieron a ayudar al Estado a combatir el tráfico de drogas.
Brownfield deploró que entre 2013 y 2016, justo cuando se negociaba el acuerdo de paz -apoyado por Washington-, el cultivo de coca en Colombia aumentara más de 130%, pasando de 80.500 hectáreas en 2013 a 188.000 hectáreas en 2016.
«Después de años de progreso en la lucha contra el cultivo de coca y la producción de cocaína, Colombia es una vez más el mayor productor mundial de cocaína y es el origen de aproximadamente el 92% de la cocaína incautada en Estados Unidos», dijo.
Según Washington, este incremento se debe, entre otros factores, a la decisión de Santos de acabar en 2015 con la aspersión aérea de cultivos de coca, apoyada por Estados Unidos y rechazada por las FARC, así como a la reducción de las operaciones forzadas de erradicación manual en áreas controladas por las FARC «para reducir el riesgo de conflicto armado».
Las FARC son «el principal facilitador de la actual situación de narcóticos en Colombia», dijo el diplomático, gran conocedor de ese país, donde fue embajador entre 2007 y 2010.
Estados Unidos también urgió a preservar la extradición como instrumento válido de aplicación de la ley. «Instamos firmemente a los colombianos a que garanticen que los narcotraficantes no usen fraudulentamente las medidas de transición del acuerdo de paz para evitar la extradición», enfatizó Brownfield.
El diario colombiano El Tiempo reportó el domingo que las FARC incluyeron a 25 capos del narcotráfico pedidos en extradición por Estados Unidos en la lista de beneficiarios del acuerdo de paz.