Los Angeles (AFP) – Una importante estación de la patrulla fronteriza de Estados Unidos en Texas fue cerrada temporalmente debido a un brote de gripe, un día después de la muerte de un adolescente guatemalteco que se encontraba bajo custodia en la instalación.
El personal médico puso a la estación de McAllen en cuarentena, luego de que «un gran número» de detenidos mostraran fiebre alta y síntomas de gripe, dijeron las autoridades.
«Para evitar una expansión de la enfermedad, el Rio Grande Valley Sector suspendió temporalmente las operaciones de admisión» en la instalación, señaló Aduana y Protección Fronteriza en un comunicado a última hora del martes.
«El personal médico está actualmente trabajando para proporcionar a todos los afectados el tratamiento apropiado», agregó, e indicó que aquellos que se encuentran en la estación de Rio Grande Valley serán llevados a otros centros hasta que se resuelva la situación.
Un adolescente de 16 años murió el lunes bajo custodia de la patrulla fronteriza estadounidense en Texas, el quinto menor guatemalteco que fallece en circunstancias similares desde diciembre pasado.
Las autoridades estadounidenses indicaron que el menor, identificado como Carlos Gregorio Hernández Vasquez, había sido detenido el 13 de mayo cerca de Hidalgo, Texas, y que el domingo manifestó sentir malestar.
«Se le evaluó y se determinó que tenía influenza A», dijo un funcionario de la patrulla fronteriza (CBP) a CNN.
Se le recetó un antigripal y fue trasladado a una instalación en Weslaco para evitar el contagio de otros detenidos. Fue examinado una hora antes de que fuera hallado muerto.
Hernández iba a ser trasladado a un centro para jóvenes de la Oficina de Salud y Servicios Humanos de Reasentamiento de Refugiados (HHS) cuando murió.
Según la ley federal estadounidense, los menores no acompañados deben ser trasladados a un centro de salud y servicios humanos máximo 72 horas después de su detención.
El trato que ofrece la Patrulla Fronteriza a los menores apresados en la frontera fue puesto en los últimos meses bajo un fuerte escrutinio.
La autoridades de la CBP señalaron tiempo atrás que el sistema migratorio estaba desbordado, en un «punto de quiebre», ante el creciente número de inmigrantes que cruzan la frontera ilegalmente, en particular en Rio Grande Valley.
Miles de guatemaltecos y centroamericanos emprenden cada año el arriesgado viaje a Estados Unidos, a través de México, en busca del «sueño americano», huyendo principalmente de la pobreza y la violencia en sus países.
Casi medio millón de personas han sido retenidas en la frontera sur desde octubre. La mayoría ingresa sin visa y se rinde a las autoridades para luego pedir asilo.
La superpoblación en los refugios de emergencia ha obligado a las autoridades a liberar a algunos de los migrantes mientras aguardan la revisión de sus pedidos de asilo.
El centro de McAllen es uno de los de mayor movimiento a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.