Ottawa (AFP) – Canadá, Estados Unidos y México abren el sábado su tercera ronda de renegociación del tratado de libre comercio TLCAN, que se vislumbra como difícil debido a las tensiones entre las partes.
Durante cinco días, los negociadores trabajarán a partir de un texto con «una serie de propuestas» elaboradas en una reunión previa a comienzos de mes en México, según el ministerio de Exteriores de Canadá.
La renegociación de ese acuerdo vigente desde 1994 fue exigida por el presidente Donald Trump, que considera al TLCAN como el peor tratado jamás firmado por Estados Unidos.
Tras las negociaciones en México, Robert Lighthizer, representante comercial de Estados Unidos; Chrystia Freeland, ministra de Exteriores de Canadá e Ildefonso Guajardo, ministro de Economía de México dijeron haber hecho «importantes progresos».
No obstante no se ha conocido ningún detalle sobre los temas más delicados como el futuro del sector manufacturero (especialmente de autos) o la agricultura. Esos asuntos son el blanco principal del enojo de Trump pues considera que benefician a México y perjudican a Estados Unidos.
Trump ha amenazado con retirarse del TLCAN al sostener que las empresas estadounidenses optan por instalarse en México, donde la mano de obra es más barata.
Robert Lighthizer dijo tener dudas sobre la posibilidad de «alcanzar una conclusión» aún cuando reconoció que las negociaciones avanzan a toda velocidad.
Obligados a negociar, México y Canadá no quieren ceder las ventajas que tienen desde que ese tratado permitió en 1994 la libre circulación de bienes en un mercado de 500 millones de habitantes.
– Madera, leche y Bombardier –
La ministra canadiense Freeland insiste en que la modernización del TLCAN no puede hacerse que sobre la base de «ganar, ganar y ganar» para los tres países.
Las negociaciones transcurren en un clima poco propicio para acuerdos. Canadá no es blanco de la ira de Trump pero se queja de los pleitos que desató Estados Unidos por los supuestos subsidios a la madera de construcción canadiense, a las amenazas a su industria láctea y las denuncias de la estadounidense Boeing por las ayudas oficiales a Bombardier.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, amenazó esta semana con no comprar aviones de combate Boeing si esta compañía obtenía de la Casa Blanca derechos antidumping contra los aviones canadienses Bombardier vendidos a aerolíneas estadounidenses.
«Si Boeing insiste en querer eliminar decenas de miles de empleos en Canadá al atacar a Bombardier, no deberían esperar (…) que les compremos aviones», dijo.
Tras la ronda de Ottawa, las partes volverán a reunirse en octubre en Washington en donde comenzaron las negociaciones hace dos meses. El objetivo es cerrar el trato antes de fin de año porque 2018 será un año electoral tanto en México como en Estados Unidos y eso complicará aún más las conversaciones.
«Para los funcionarios mexicanos será muy difícil negociar» al acercarse las presidenciales de julio, dijo Daniel Kerner, del grupo Eurasia, especializado en empresas.
«Esperamos que las negociaciones se aceleren (…) pero el calendario previsto no será cumplido», explicó Carlo Dade de la Universidad de Ottawa quien en cambio estima que un acuerdo podría cerrarse recién en 2019.
«Las fuertes divisiones entre los tres países parecen comprometer la posibilidad de un acuerdo a corto plazo», según Russ Crawford, de la consultora KPMG.
Por eso, KPMG recomienda a las empresas que preparen «planes de urgencia (…) porque los riesgos pueden ser imprevisibles», añadió.