Miami (AFP) – Estados Unidos afirmó el viernes que es hora de poner fin al gobierno de Nicolás Maduro, señalando que el tiempo del diálogo terminó y reiterando que «todas las opciones están sobre la mesa» para restaurar la democracia en Venezuela.
El gobierno de Donald Trump, que reconoció al líder opositor, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela apenas éste se autoproclamó en el cargo el 23 de enero, consideró que Maduro debe dejar el poder «ilegítimo» que detenta y dar paso a elecciones «libres y justas».
«Permítanme ser claro: este no es el momento para el diálogo, este es el momento para la acción», dijo el vicepresidente, Mike Pence, en un acto en el sur de la Florida con exiliados venezolanos.
«Llegó la hora de acabar con la dictadura de Maduro de una vez por todas», apuntó, mientras una multitud coreaba «USA, USA, USA».
En la Iglesia Doral Jesus Worship Center, Pence advirtió a Maduro de «no poner a prueba» la voluntad de Estados Unidos de acabar con su «tiranía».
«Estados Unidos seguirá ejerciendo toda la presión diplomática y económica para lograr una transición pacífica a la democracia, pero quienes están observando deben saber esto: todas las opciones están sobre la mesa», dijo.
«Maduro hará bien en no poner a prueba la determinación de Estados Unidos. La tiranía de Maduro debe terminar y debe terminar ahora», añadió en medio de gritos y aplausos.
Pence dijo que Maduro ha perdido el apoyo de los venezolanos y «está comenzando a perder el apoyo de los militares», y que si sigue aferrado al poder es por la ayuda que recibe de la «Cuba comunista».
«Llegó la hora de liberar a Venezuela de Cuba», indicó, denunciando la «maligna influencia» de la Cuba castrista también en Nicaragua.
En un acto plagado de invocaciones a Dios y elogios al «increíble heroísmo» de Guaidó, Pence dijo que Estados Unidos está «listo» para entregar los 20 millones de dólares de ayuda humanitaria prometida, y expresó el apoyo de su país a las manifestaciones opositoras del sábado.
«Estamos con ustedes», dijo en español. «Nos quedaremos con ustedes hasta que se restaure la democracia», prometió, al igual que lo hizo en un video difundido en Twitter un día antes de que Guaidó, en su calidad de jefe del Parlamento, invocara la Constitución y se autoproclamara en Caracas.
El representante diplomático de Venezuela ante Estados Unidos designado por Guaidó, Carlos Vecchio, quien se exilió en Miami en 2014, agradeció efusivamente el apoyo del gobierno de Trump «a nuestra lucha» e instó a la comunidad internacional a sumar su respaldo.
– Terminar en «Guantánamo» –
Más temprano, el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo que Estados Unidos quiere «una transferencia pacífica de poder» en Venezuela, pero también insistió en que Trump ya dijo que «todas las opciones están sobre la mesa».
Bolton, cuya libreta de notas causó un revuelo el lunes cuando durante una rueda de prensa pudo leerse la anotación «5.000 soldados a Colombia», declinó comentar sobre un eventual despliegue de tropas por considerarlo «imprudente».
En una entrevista con el presentador conservador Hugh Hewitt, Bolton amenazó a Maduro con terminar en Guantánamo, la cárcel de alta seguridad estadounidense en la isla de Cuba, si no deja el poder, reiterando su consejo de «aprovechar» la amnistía que le ofrece Guaidó, aunque aclaró que ésta no abarcará ninguna de las «atrocidades» cometidas.
Consultado sobre informes de que Venezuela está enviando reservas de oro a Emiratos Árabes Unidos (EAU), un aliado de Estados Unidos, Bolton dijo que la Casa Blanca está muy al tanto del tema y evalúa nuevas medidas para quitarle fuentes de ingreso a la «mafia de Maduro».
Durante el mitin con Pence, el senador Marco Rubio, que denunció en Twitter que Maduro «ya ha robado al menos el 10% de las reservas totales en la última semana», lanzó una dura advertencia a «EAU, Turquía o las empresas bajo su auspicio».
«Enfrentarán severas sanciones si continúan permitiendo que Maduro robe el oro que no le pertenece», dijo.
El jueves, Rubio publicó un tuit dirigido a la embajada de EAU en Estados Unidos, indicando que tenía informes de que un ciudadano francés que trabaja para la firma Noor Capital, regulada por el Banco Central de EAU, estaba en Caracas para coordinar el «robo» de oro venezolano.