Washington (AFP) – Ecuador, agobiado por un importante déficit fiscal y una abultada deuda externa, recibirá apoyo financiero de la comunidad internacional por 10.000 millones de dólares en los próximos tres años, confirmó el FMI el jueves, confirmando el monto anunciado en la víspera por el presidente Lenín Moreno.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) precisó que su personal técnico llegó a un acuerdo con el gobierno ecuatoriano por 4.200 millones de dólares, que se suman a otros casi 6.000 millones de dólares que aportarán el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo de Reserva Latinoamericano (FLAR) y el Banco Mundial.
«Nuestro objetivo ha sido y sigue siendo apoyar los esfuerzos de las autoridades para mejorar el nivel de vida de todos los ecuatorianos. El acuerdo anunciado hoy es parte de un esfuerzo más amplio de la comunidad internacional», dijo Anna Ivanova, jefa de la misión del FMI para Ecuador, en un comunicado.
Ivanova señaló que el plan del gobierno de Moreno busca dinamizar la economía apoyado en cuatro principios clave: (1) impulsar la competitividad y la creación de empleo, (2) proteger a los pobres y más vulnerables, (3) fortalecer la sustentabilidad fiscal y los cimientos institucionales de la dolarización del país y (4) mejorar la transparencia y fortalecer la lucha contra la corrupción.
«Las autoridades han elaborado un plan sólido», dijo Ivanova. «El Fondo se compromete a continuar apoyando al gobierno ecuatoriano en sus esfuerzos».
El acuerdo a nivel técnico con el FMI se alcanzó en el marco del Servicio Ampliado (SAF) y debe presentarse al directorio ejecutivo para su consideración en las próximas semanas, dijo el Fondo.
– Una economía en apuros –
El anunciar el miércoles los préstamos en cadena de radio y televisión, el presidente ecuatoriano dijo que fueron obtenidos a tasas que en promedio no superan el 5% y con plazos de hasta 30 años.
Moreno no precisó el monto que entregará cada uno de los organismos, ni las condiciones establecidas por el FMI para la entrega del préstamo.
«Hemos vivido tiempos difíciles, pero el hecho de que el mundo confíe y crea en nosotros demuestra que estamos en el camino correcto», afirmó el mandatario, asegurando que con estas medidas se ha «salvado» la dolarización implementada en el 2000.
«Hemos recuperado la confianza y la credibilidad», aseveró.
Ecuador, cuyo principal producto de exportación es el petróleo, sufre dificultades en sus arcas.
El país requiere para 2019 financiamiento por unos 8.000 millones de dólares (un 7% del PIB). Las autoridades prevén cubrir un 12,5% de ese déficit con una reciente emisión de bonos soberanos por 1.000 millones de dólares a diez años plazo y una tasa de interés de 10,75%, la más alta en el mercado internacional desde 2011.
El país enfrenta además un fuerte endeudamiento externo. El presupuesto de Ecuador para 2019 fue aprobado en 31.300 millones de dólares y la deuda externa pública alcanzó los 35.730 millones (32,6% del PIB) en diciembre pasado, según cifras oficiales.
En su plan para paliar la crisis económica, el gobierno tomó medidas de austeridad, como reducir el número de instituciones públicas y eliminar subsidios a los combustibles, lo que ha generado algunas protestas en el país.
Moreno atribuye las dificultades a un excesivo endeudamiento y un mal manejo de las finanzas durante la década de gobierno de su antecesor, el socialista Rafael Correa (2007-2017), su exaliado y ahora principal opositor.
Correa fue un duro crítico del FMI y del Banco Mundial por considerar que conceden préstamos bajo «condicionamientos» y se alejó de esos organismos.
La semana pasada, el propio FMI, con el que Ecuador ha firmado 18 acuerdos entre 1961 y 2003, anunció que estaba negociando un posible pacto con Quito.
La directora general del FMI, Christine Lagarde, destacó su apoyo a los «esfuerzos de reforma» de Moreno y a su «fuerte enfoque» en la protección de los más pobres, tras reunirse el 23 de enero con el mandatario al margen del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
La economía ecuatoriana, que creció 7,9% en 2011, se desplomó -1,2% en 2016 por la caída del precio del petróleo y las millonarias pérdidas que dejó un terremoto.
En su informe de octubre, el FMI proyectó para Ecuador sendas caídas del PIB de 1,4% para 2018 y de 1,5% para este año.