Quito (AFP) – La vicepresidenta María Alejandra Vicuña, indagada por cobros indebidos de dinero, renunció el martes a su cargo, con lo que en casi un año Ecuador perdió a dos funcionarios de ese nivel en medio de escándalos de corrupción.
«El país no merece esta inestabilidad por lo que presento la renuncia a mi cargo como Vicepresidenta», escribió Vicuña en su cuenta de Twitter, un día después de que el mandatario Lenín Moreno le retirara sus funciones a raíz de una indagación fiscal en su contra por presuntos cobros indebidos cuando era legisladora.
En una carta divulgada luego por la vicepresidencia, expresó que prefiere que Moreno «pueda contar con alguien más para que asuma definitivamente las grandes responsabilidades que me encargó. El país quiere y necesita paz para avanzar».
Moreno, quien sostenía una reunión en Quito con su homólogo de Colombia, Iván Duque, no se ha pronunciado.
El abogado Ángel Sagbay había denunciado la semana pasada que en 2012 y 2013, cuando asesoraba a Vicuña en la Asamblea Nacional, hizo depósitos por un total de 20.000 dólares en una cuenta bancaria de la entonces parlamentaria, quien exigía dinero como contribución para su movimiento político.
La denuncia conmocionó la política ecuatoriana que en enero vio caer al vicepresidente titular, Jorge Glas, quien perdió el cargo por ausencia al estar preso por recibir sobornos por 13,5 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht.
– Otra terna –
De una terna presentada por Moreno, Vicuña, fue elegida por el Legislativo para reemplazar a Glas, condenado en primera instancia a seis años de cárcel y a quien el jefe de Estado también despojara de las funciones.
El secretario particular de la presidencia, Juan Sebastián Roldán, calificó el martes de «grave» a la denuncia de Sagbay y señaló que «a partir de esa renuncia es que el presidente tomará decisiones al respecto de la terna» para que el Congreso elija nuevo vicepresidente.
En Ecuador, la única vía para retirar del cargo al vicepresidente es a través de un juicio político en la Asamblea Nacional, en la que el oficialismo perdió la mayoría por una pugna de poder entre Moreno y el exmandatario Rafael Correa (2007-2017).
Vicuña -a quien el Legislativo pidiera la renuncia hace una semana y que mantuvo el cargo a pesar de estar sin funciones- dijo en su misiva que desde que asumió ha «tenido constantes ataques en base a calumnias e infamias de la peor calaña, porque soy mujer, porque soy de izquierda».
«Han usado un individuo sin escrúpulos (Sagbay) que se ha prestado para forjar esta bajeza», agregó la exvicepresidenta al apuntar: «estaré siempre dando la cara con la frente en alto como solo la gente honesta puede hacerlo».
– «Proceso democrático» –
Roldán sostuvo que la renuncia «es la respuesta a un proceso democrático» en el que Moreno «ha sembrado los pilares de una democracia» tras la década de gobierno de su exaliado Correa, quien vive en Bélgica desde 2017 y es prófugo de la justicia ecuatoriana, que lo llamó para ser juzgado por el secuestro de un opositor, delito por el que no puede ser procesado en ausencia.
El lunes, Moreno anunció el lunes que decidió liberar a Vicuña de sus funciones «para que pueda ejercer sin interferencias de ningún tipo su derecho a una legítima defensa».
Tras quedarse sin funciones, Vicuña precisó que había pedido «licencia» sin remuneración hasta el 31 de diciembre para «ejercer mi legítimo derecho a la defensa y no afectar la gestión de gobierno».
Vicuña estaba encargada de programas sociales y la reconstrucción de los daños dejados por el terremoto de 7,8 grados que sacudió el oeste del país el 16 de abril de 2016, el cual dejó un saldo de 673 muertos y pérdidas por más de 3.000 millones de dólares.
Correa, elegido en tres ocasiones, puso fin a una década de inestabilidad política en Ecuador, en la que tuvo siete mandatarios, tres de ellos derrocados por revueltas populares.