Quito (AFP) – El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador decidió el viernes hacer un recuento parcial de votos de las presidenciales tras el pedido de los dos candidatos, de izquierda y derecha, que pelean el segundo cupo para el balotaje.
El líder indígena de izquierda Yaku Pérez y el exbanquero derechista Guillermo Lasso plantearon el recuento tras pelear voto a voto por el segundo lugar, detrás del economista socialista Andrés Arauz en el escrutinio de las elecciones del domingo, en las que también se designaron a los 137 miembros de la Asamblea Nacional.
«Se revisará el 100% de la votación de la provincia del Guayas», con el mayor electorado de las 24 del país, y «el 50% de la votación en 16 provincias», dijo la presidenta del CNE, Diana Atamaint, en rueda de prensa en Quito.
Agregó que «una vez terminado el proceso de revisión, se hará la proclamación definitiva de resultados».
Pérez, quien en principio solicitaba un recuento nacional luego de denunciar un fraude para dejarlo fuera del balotaje, y Lasso dialogaron el viernes ante el CNE, en un encuentro al que asistieron observadores internacionales.
El organismo electoral tomó la decisión de recontar los votos cuando el escrutinio preliminar alcanzó el viernes el 99,99% de las actas electorales procesadas, de las cuales 0,31% deben ser revisadas por inconsistencias como la falta de firmas de los miembros de mesas receptoras del voto.
Pérez lograba el 19,38% de los sufragios, tras ser desplazado el miércoles al tercer puesto por Lasso, que registraba 19,74%.
La primera vuelta era ganada por Arauz, de 36 años y delfín del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), con 32,70% de los votos.
Lasso y Pérez se comprometieron a respetar los nuevos resultados y mantener su oposición a correísmo.
Respeto irrestricto –
«Felicidades al Ecuador por esta victoria contundente en las urnas, a favor del futuro. Este apoyo dobla en votos a nuestro seguidor más cercano. También nos da la responsabilidad de liderar este desafío, conformando la unidad por el futuro de nuestro país», declaró Arauz a través de Twitter, sin referirse aún al próximo recuento.
El balotaje está previsto para el 11 de abril, cuando surgirá el sucesor del impopular mandatario Lenín Moreno, cuyo período de cuatro años se completará el 24 de mayo.
El mexicano Gerardo de Icaza, de la misión de la OEA, expresó al organismo electoral su «reconocimiento por haber escuchado a las partes y haberlos recibido en el CNE para brindar, tanto a ellos como a la ciudadanía, las garantías necesarias de certeza y transparencia indispensables».
Pérez, candidato de Pachakutik, brazo político del movimiento indígena, dijo a su vez que el recuento involucrará a las provincias de Pichincha (cuya capital es Quito), y Manabí, que junto a Guayas tienen el mayor electorado.
Señaló que el recuento empezará este domingo en la costera Guayas (suroeste). «Cuando se hace con transparencia, hay que respetar de manera irrestricta los resultados», sostuvo.
«Ojalá que el proceso sea llevado de una manera ágil en cada provincia para que ésto concluya en el menor tiempo posible. No hay una fecha específica, pero va a terminar muy rápido», manifestó Lasso, del partido Creando Oportunidades (Creo) y que busca por tercera vez el sillón presidencial.
Añadió que «lo importante es que el pueblo ecuatoriano esté conforme (…), viva en tranquilidad, en paz».
Tranquilidad y paciencia –
Los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y de Transparencia y Control Social, con facultad de nombrar autoridades como el fiscal general, pidieron el miércoles «transparencia» y «legitimidad» en el conteo.
Algunos sectores indígenas y sociales, que han realizado desde el domingo concentraciones pacíficas ante las delegaciones electorales de Quito y Guayaquil han anunciado movilizaciones a favor de Pérez, quien les ha llamado a mantener la calma.
Los aborígenes «estaban a punto de irse a un levantamiento, de bloquear las vías y llenar Quito», expresó su candidato el viernes.
Agregó: «les pedimos tranquilidad, tengan paciencia, un poco más de tiempo».
El movimiento indígena encabezó en octubre de 2019 violentas protestas duraron casi dos semanas y que obligaron a Moreno a derogar la eliminación de subsidios a los combustibles que dictó como exigencia del FMI a cambio de préstamos.
Once muertos y más de 1.300 heridos dejaron esos disturbios en Ecuador, con 17,4 millones de habitantes.
Rebeliones protagonizadas por indígenas, que representan un 7% de la población, derivaron en el derrocamiento de los entonces mandatarios Jamil Mahuad en 2000 y Lucio Gutiérrez en 2005.