Quito (AFP) – Ecuador celebra este domingo elecciones de autoridades locales con candidatos del expresidente socialista Rafael Correa, exiliado en Bélgica y ahora acusado de pretender desestabilizar gobiernos de la región con financiamiento de Venezuela.
Unos 13,3 millones de ecuatorianos sufragarán, entre las 07H00 y 17H00 locales (12H00 y 22H00 GMT), para designar 5.675 cargos municipales y provinciales como alcaldes y prefectos (gobernadores).
Un récord de candidatos (81.278) podría derivar en resultados divididos entre la resquebrajada izquierda y la derecha, que se recupera después de la década del correísmo (2007-2017).
«Hay un factor muy importante que es la fragmentación. Hay una oferta muy amplia de candidaturas que tiende a dispersar al electorado», dijo a la AFP el politólogo Simón Pachano.
El Consejo Electoral, al que le tomará varios días el escrutinio, autorizó encuestas a boca de urna para el domingo.
Los cargos más representativos son las alcaldías de Quito, del puerto de Guayaquil y de la andina Cuenca, las ciudades más importantes.
En 2014, el correísmo perdió las alcaldías de Quito y Cuenca, mientras que nunca pudo captar la de Guayaquil, el centro comercial del país al mando desde 2000 del derechista Jaime Nebot, que podría aspirar a la presidencia en 2021.
Entre los candidatos favoritos aparecen el exalcalde Paco Moncayo (centro) en Quito, Cynthia Viteri (del partido de Nebot) en Guayaquil y el actual alcalde Marcelo Cabrera (derecha) en Cuenca.
El domingo también serán elegidos los siete miembros de un criticado consejo creado por el correísmo para la integración de entes estatales de control, electorales y judiciales.
Ante reclamos sociales para proteger el agua, además se realizará una consulta popular en un área minera del sur andino, cuyo resultado podría afectar las actividades de la canadiense INV Metals Inc.
Los comicios revisten importancia para Correa, quien al dejar el poder se alejó del oficialismo por una pugna con el mandatario Lenín Moreno que fracturó al movimiento Alianza País y a la izquierda. El expresidente afronta una orden de prisión en el país por el fugaz secuestro de un opositor en Colombia.
– Denuncias –
A pesar de que en 2018 fue eliminada en referendo la reelección indefinida, el exmandatario no da su brazo a torcer en su plan de recuperar el poder a través de sus partidarios frente a la «traición» de Moreno, a quien acusa de aliarse con la derecha y de perseguirlo.
En esa consulta, el correísmo obtuvo un 30% de la votación oponiéndose a la iniciativa de Moreno.
Al participar el viernes en Chile en el lanzamiento de Prosur, que pretende reemplazar a la Unasur, Moreno denunció que Correa promueve planes desestabilizadores contra su administración y la de otras naciones con financiamiento de Venezuela.
Correa respondió por Twitter: «Pueden revisar cuando quieran mi patrimonio, cuentas, declaración de impuestos, etc. Lo poco o mucho, ganado honradamente con mi trabajo profesional».
«Las denuncias contra el correísmo no necesariamente tienen que influir, pues el voto de Correa es un voto duro que no se verá afectado por eso», consideró Pachano, de la Facultad Latinoamericana de Ciencia Sociales (Flacso) de Quito.
Moreno marcó distancia de los comicios y el oficialismo tampoco se ha empeñado en ganar el poder en las instancias que renuevan autoridades. «Ni auspicio candidatos, ni hago campaña por ninguno de ellos», señaló por Twitter.
Correa, con 14 victorias electorales en línea en su gobierno y que tras dejar el poder vive en Bélgica, de donde es su esposa, impulsó a sus adeptos aliándose con el partido Fuerza Compromiso Social debido a que su movimiento, Revolución Ciudadana, no ha sido reconocido por la autoridad electoral.
El correísmo «no se ha muerto pero no creo que sea una fuerza en ascenso sino más bien una fuerza que logra mantenerse en el escenario», indicó a la AFP Napoleón Saltos, catedrático de estudios políticos de la estatal Universidad Central de Quito.