Quito (AFP) – Ecuador salió este miércoles en defensa de los vuelos antidrogas de Estados Unidos en su territorio, tras la salida del embajador ecuatoriano en Washington, Francisco Carrión, quien denunció la falta de regulación de esas operaciones.
La cancillería aseguró en un comunicado que los operativos son legales, por lo que no representan violación alguna de la soberanía ecuatoriana.
En cada vuelo participan representantes de las Fuerzas Armadas, de la Policía y de la Fiscalía de Ecuador «pues evidentemente son procedimientos regulados por la legislación nacional», enfatizó la cartera.
Insistió en que la Aviación Civil «autoriza los vuelos en estrecho apego» a la legislación e «intereses» de Ecuador.
Carrión presentó el lunes su renuncia al cargo de embajador en Washington y adujo su desacuerdo con la supuesta falta de regulación de las operaciones antidrogas de Estados Unidos.
Según el diplomático, esas acciones se desarrollan «sin que exista, hasta la fecha, un marco normativo bilateral» que preserve la soberanía de Ecuador.
El gobierno de Lenín Moreno dijo que Carrión salió por pedido de la propia cancillería, y que tenía como propósito designar a un nuevo embajador con un perfil «más centrado en la promoción económica de las exportaciones, turismo e inversiones».
En su comunicado, la cancillería insistió en que Estados Unidos opera en territorio ecuatoriano en el marco «de los acuerdos generales de cooperación» entre ambos países.
«El programa bilateral de vigilancia aero-marítima con la participación de aviones radar de los EEUU es un elemento clave en la lucha contra el narcotráfico», añadió el ministerio.
Un avión Orión P3 de Estados Unidos realiza vuelos para el control del narcotráfico y pesca ilegal sobre Ecuador, según el acuerdo bilateral que surgió con la reactivación de los vínculos entre ambos países en el gobierno de Moreno.
El convenio también permite a la aeronave utilizar por un tiempo limitado las islas Galápagos, lo que generó malestar entre legisladores, que en junio pasado llamaron al ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, para que explique los términos del acuerdo.
Ecuador descartó entonces que las operaciones del avión estadounidense ocasionen daños ambientales en Galápagos, archipiélago declarado en 1978 por Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad.