Quito (AFP) – Ecuador exigió el martes a Julian Assange, asilado en su embajada en Londres, que respete su soberanía y le advirtió que «no permitirá» que falte a la verdad luego de que el creador de WikiLeaks acusara a Quito de planear su extradición a Estados Unidos.
Quito «no permitirá afirmaciones o insinuaciones gratuitas que falten a la verdad sobre la conducta del Gobierno Nacional en lo tocante al asilo diplomático que le ha sido otorgado», señaló la cancillería en un comunicado.
«Ecuador demandará del asilado el respeto a la soberanía y al buen nombre del país», agregó.
Assange se refirió el lunes a una supuesta estrategia entre Quito y Washington para el retiro del asilo -que es facultad de Ecuador- y su entrega a Estados Unidos.
El creador de WikiLeaks participó mediante videoconferencia en una audiencia realizada en Quito, donde la justicia rechazó una demanda constitucional de Assange para la suspensión de normas impuestas por Ecuador para sus visitas, comunicaciones y salubridad en su asilo en la embajada ecuatoriana en Londres.
El australiano teme ser extraditado a Estados Unidos por difundir miles de secretos oficiales de esa nación a través de su página web.
Además la justicia del Reino Unido mantiene la orden de detención contra Assange, de 47 años, por incumplir obligaciones de su libertad condicional cuando era acusado de supuestos delitos sexuales cometidos en Suecia, donde las causas no prosperaron.
– No interferencias –
En la acción de protección, rechazada en primera instancia, Assange planteó el restablecimiento de sus telecomunicaciones, cortadas desde marzo por Ecuador, y que se le deje de aplicar un protocolo de convivencia en la legación, cuyo incumplimiento derivará en la «terminación del asilo».
La defensa del creador de WikiLeaks apeló la resolución, por lo que en los próximos días un tribunal superior conocerá el caso en última instancia.
La cancillería anotó que en el protocolo, vigente desde mediados de octubre, se restablecen las comunicaciones de Assange mediante el acceso al Wifi de la embajada.
Pero además «se le advierte que, en su condición de asilado y de acuerdo con los tratados internacionales que rigen la materia, no podrá hacer ningún tipo de declaraciones, difusiones o pronunciamientos que interfieran con otros Estados o que puedan afectar los intereses de Ecuador», indicó la cartera.
Quito había cortado todas las telecomunicaciones de Assange con el exterior de la embajada tras criticar al gobierno español por sus acciones en contra de los independentistas en Cataluña.
Luego de la audiencia del lunes, el procurador general (abogado) del Estado ecuatoriano, Íñigo Salvador, manifestó a la prensa que Assange «lo que pretende es que el protocolo responda a unas supuestas influencias de potencias extranjeras sobre el gobierno» de Ecuador.
Quito «dicta sus normativas y regulaciones sobre la base del interés público y no sobre ningún tipo intereses de potencias extranjeras», añadió.
El Reino Unido se niega a conceder un salvoconducto para que el australiano pueda salir sin problemas de la legación, por lo que Ecuador le otorgó en diciembre pasado la naturalización y hasta rango diplomático, lo que no fue reconocido por Londres.