Quito (AFP) – Ecuador acogerá los ejercicios navales Unitas 2020 en coordinación con Estados Unidos, se anunció este jueves en Quito durante la visita del jefe del Comando Sur estadounidense, almirante Craig Faller.
La maniobra Unitas se desarrollará en agosto o setiembre de 2020 en aguas ecuatorianas, dijo el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, tras reunirse con el alto oficial estadounidense.
Faller y Jarrín, quienes ofrecieron una rueda de prensa conjunta, además acordaron un plan permanente de operaciones contra las drogas y otros crímenes mediante labores de vigilancia aérea estadounidenses en el área marítima de Ecuador, utilizado como puente por el narcotráfico.
«Esta antigua amistad entre los Estados Unidos y Ecuador está basada en el respeto mutuo, valores compartidos y confianza», manifestó el jefe del Comando Sur según la traducción oficial.
Como parte del fortalecimiento de la relación bilateral en el área de seguridad, Washington colaborará con Quito para la obtención de un radar que le permita mejorar su vigilancia aérea y la protección marítima, así como brindará entrenamiento militar y apoyo financiero para la compra de material bélico, señaló Jarrín.
El ministro expresó: «Esta cooperación internacional se realiza dentro de la doctrina de seguridad cooperativa con los países porque tenemos amenazas comunes: narcotráfico, crimen organizado transnacional y pesca ilegal que se realiza hasta este momento en torno de nuestras islas» de Galápagos.
En paralelo, la presidencia ecuatoriana informó que «se ha confirmado la presencia de una flota pesquera de bandera china, en los límites del mar territorial que rodea» a Galápagos, archipiélago ubicado a 1.000 km frente a la costa de Ecuador, cuya zona marina está protegida.
En junio pasado, Moreno recibió al vicepresidente estadounidense Mike Pence en Quito, dejando atrás las tirantes relaciones bilaterales entre ambas naciones durante la década de gobierno del expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017).
Poco después de que asumiera, Correa decidió no renovar un acuerdo que permitiera a Washington realizar vuelos antidrogas desde el puerto pesquero de Manta (oeste) durante una década anterior.
También expulsó a una embajadora estadounidense y forzó la salida de una veintena de militares y funcionarios adscritos a la legación.
A raíz de la visita de Pence, Estados Unidos realizó vuelos de vigilancia sobre aguas de Ecuador en una fase previa para definir nuevas políticas de cooperación.