Buenos Aires (AFP) – Miembros del movimiento ecologista Extinction Rebellion protestaron el viernes en la sede en Buenos Aires de la multinacional de la agroindustria Monsanto contra el uso de agroquímicos en los cultivos de Argentina, uno de los principales productores de alimentos del mundo.
Con trajes mamelucos blancos manchados con pintura roja a modo de sangre, una decena de manifestantes irrumpió en el ingreso del edificio de la multinacional, en el barrio de Retiro, y cantaron consignas contra el uso de agroquímicos.
«Estamos aquí para hacer una denuncia explícita frente al avance del modelo de la agroindustria en nuestro país que es un laboratorio a cielo abierto de los nuevos transgénicos», dijo a la AFP Flavia Broffoni, de 39 años, miembro de Extinction Rebellion Argentina.
Los manifestantes pintaron huellas de manos con pintura roja en el frente del edificio de la empresa, donde exhibieron carteles con leyendas como «Otro modelo es urgente», «Infancias libres de agrotóxicos» o «no se puede cultivar veneno».
«Estamos a una semana de la marcha mundial ‘Fuera Monsanto'», recordó la ecologista respecto a la convocatoria global que lanzó Extinction Rebellion.
Argentina incorporó la tecnología transgénica de semillas a mediados de los años 90, especialmente en la soja, lo que permitió un boom de producción de la oleaginosa hasta convertir al país en el líder mundial en exportaciones de harina y aceite de ese cultivo.
Desde entonces «ninguna semilla se cultiva sin estar asociada directamente a un paquete de agrotóxicos o fitosanitarios», destacó Broffoni.
«Empresas como Monsanto están desarrollando esas tecnologías transgénicas para aumentar la productividad fundamentalmente de comodities de exportación, pero esos comodities no representan alimentos para nuestro país porque más del 83% de las exportaciones agroindustriales de Argentina son para elaborar alimento balanceado de animales», afirmó.
Los ecologistas reclamaron al gobierno «iniciar con urgencia un modelo de transición agroecológica libre de estos venenos».
Argentina es uno de los mayores productores agrícolas globales y la soja es su principal cultivo con 16 millones del total de 39 millones hectáreas dedicadas a la agricultura.
En los últimos 40 años la producción de soja se multiplicó unas 40 veces hasta alcanzar el récord de producción de 61 millones de toneladas en la campaña 2014-2015.
Se estima que en 2022 las exportaciones agroindustriales alcanzarán el récord de 41.000 millones de dólares, unos 3.000 millones más que en 2021, en especial por el alza de los precios internacionales a partir de la escasez de alimentos derivada de la guerra en Ucrania.