Guayaquil (Ecuador) (AFP) – Alexandra Chávez y Michelle Avilés habían aceptado estar juntas con discreción. Así lidiaron con la censura familiar y la discriminación en un país conservador. Pero este jueves su historia removió la tradición. Ante un juez, se convirtieron en la primera pareja del mismo sexo en contraer matrimonio en Ecuador.
Su «Sí» retumbará por mucho tiempo. Alexandra, de 41 años, y Michelle, de 23, se casaron en la ciudad de Guayaquil (suroeste), en una sede del registro civil.
Cuando se inscribieron jamás pensaron que les correspondería ser las primeras en estrenar un derecho en Ecuador, tras una decisión judicial que, en la práctica, modifica una norma constitucional.
«Yo me siento más respaldada por las leyes. Yo sé que muchas personas no lo ven bien (…), pero nosotros no le hacemos daño a nadie, no le quitamos nada a nadie y es una vida normal», declaró a la prensa Michelle, tras firmar su acta de matrimonio.
Para el día de la boda eligieron camisas convencionales de manga larga. Michelle optó por un estampado de flores que hacía juego con el ramo de rosas que apretaba entre las manos. Alexandra vistió una blusa azul con puntos blancos. Ambas llevaban el pelo corto y delicados aretes pequeños.
La relación de parentesco que existe entre ellas era un secreto familiar que quedó expuesto este jueves cuando contrajeron matrimonio en una fecha asignada por el registro civil.
Cuando mi «familia se entere pues va a ser el boom. Van a quedar no sé si horrorizados, no sé (…) A mí ellos me tienen sin cuidado. La que es mi motor y todo es Álex», dijo Michelle a la AFP.
– «Estamos distanciados» –
Las mujeres, que son primas lejanas, volvieron a encontrarse cuando Michelle cumplió 19 años y Alexandra alquiló una vivienda familiar luego de retornar de España, a donde había migrado en 2002. Juntas emprendieron un negocio de venta de comida y empezaron un romance.
Entonces tuvieron que hacerle frente a la familia, que conoce de la relación pero no ha terminado de aceptarla.
«El más duro ahí era mi papá. Lo tomó más o menos. Bueno, hasta ahorita estamos distanciados», contó Michelle, que trabaja como ayudante de una cocinera. Frente a la reacción de su familia ella decidió irse a vivir con la que hoy es su esposa.
Alexandra, una mujer fornida que se desempeña como guardia de seguridad, sintió miedo antes de la boda. Temía enfrentar protestas de grupos conservadores, que semanas atrás exigieron en multitudinarias protestas la destitución de los jueces de la Corte Constitucional que aprobaron el 12 de junio el matrimonio homosexual.
Aunque Ecuador, al igual que Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay, dio luz verde a las bodas de parejas de mismo sexo todavía mantiene la prohibición para que estas adopten niños.
– Un beso y un anillo –
Para la tranquilidad de Alexandra el ambiente fue de alegría en la sala donde contrajo matrimonio con Michelle, con quien había planificado tiempo atrás inscribir una unión de hecho en el registro civil ante la imposibilidad de casarse.
Ahora le tiene «sin cuidado» que su relación se exponga públicamente, pero aún recuerda los años de silencio, cuando ocultaba su preferencia sexual.
Un accidente que sufrió mientras vivía en España y en el que murió una expareja le obligó a contar a sus padres -ya fallecidos- que es lesbiana. «Fue un peso menos encima. Yo creo que ellos ya sabían, pero es distinto a que uno se los diga», relató Alexandra.
Los amargos días de esconder su orientación sexual y de sentir lejana la posibilidad de casarse fueron reemplazados por aplausos en el registro civil. Ambas mujeres sellaron con un intercambio de anillos y un beso el histórico día para Ecuador.
Este «es un matrimonio normal», afirmó Michelle, agregando que quienes se oponen a ver parejas del mismo sexo casándose tendrán que aceptarlo «porque esto ya está escrito duela a quien le duela».
Dos parejas homosexuales se inscriben para contraer matrimonio en Ecuador