La Habana (AFP) – Maylen ha pasado los últimos ocho años sentada en la silla de un hospital, cuidando a su hijo, quien padece una cardiopatía congénita. Dice que el bloqueo que Estados Unidos le impone a Cuba le impide acceder a algunos medicamentos y debe reemplazarlos.
Su larga estadía en el Cardiocentro Pediátrico de La Habana, junto a la cama de Carlos, la ha hecho testigo de los correteos de los médicos. «Los medicamentos a veces no se tienen. Hay momentos en que hay que cambiarlos porque no hay», comenta.
La Asamblea General de Naciones Unidas se prepara para votar este miércoles, por vigésimo séptima vez, una resolución contra el embargo aplicado a la isla desde febrero de 1962.
Cuba llega a esta votación con Miguel Díaz-Canel como relevo en la presidencia de los hermanos Fidel y Raúl Castro, y en medio de un recrudecimiento en las hostilidades de Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump.
Washington pedirá modificaciones en la resolución, cuestionando la política de derechos humanos de Cuba.
Salvo Estados Unidos e Israel, el resto de países vota tradicionalmente por levantarlo.
Para el politólogo cubano Carlos Alzugaray, «se ha vuelto a los momentos más hostiles de fines de los 90, con el impacto del fin de la Guerra Fría».
Cuba asegura que el bloqueo le ha significado a la fecha perjuicios por 134.000 millones de dólares.
Incluso la disidencia cubana cuestiona el bloqueo, aunque considera que se usa como pretexto para justificar los problemas económicos del país, con un sistema productivo estatal ineficiente.
-Insumos médicos-
Eugenio Selman, médico del Cardiocentro, explica lo práctico que sería importar desde Estados Unidos, a 145 km de la isla, prótesis o medicamentos.
Pero el bloqueo no lo permite. Muchas veces tienen que buscar en Europa, lo que encarece los costos. Y, además, sortear la negativa de algunos bancos, que se niegan a hacer operaciones por temor a sanciones.
«Las afectaciones del bloqueo se ven en la vida diaria de todos los cubanos. No es (sólo) un medicamento, un equipo o un reactivo», considera.
También el Instituto de Oncología pasa aprietos. Rocío, de 4 años, padece Sarcoma de Ewing, un tumor óseo que ataca las extremidades. Le amputaron las piernas hace ocho meses y lleva tres de quimioterapia.
«Para salvar las piernas a los niños con cáncer compramos endoprótesis tumorales (una especie de huesos de reemplazo) en México, pero no las endoprótesis extensibles de Estados Unidos», dice el doctor Erasmo Gómez, subdirector del Instituto.
«A lo niños afectados en edad de crecimiento tenemos que amputarles (las extremidades)» cuando las endoprótesis extensibles podrían evitar esa medida, agrega.
Según cifras oficiales, la afectación a la salud pública desde el inicio del bloqueo supera los 2.500 millones de dólares.
-Comprar para comer-
En Caimito, 38 km al oeste de La Habana, la estatal Cítricos Ceiba, de 5.400 hectáreas, se recupera de una afectación de plagas, mientras diversifica su producción para abastecer al sector hotelero.
«Se nos bloquean los créditos para adquirir nuevas tecnologías, nuevas maquinarias, y los insumos que nos permitirían mejorar nuestros rendimientos», explica José Piñero, director técnico productivo de la empresa.
En un área de la fábrica, viejos camiones del desaparecido bloque comunista lucen destartalados.
«Podríamos estar comprando tecnología americana, que abarataría costos. Pero tenemos que ir a otros lugares. Y son países, que, si nos venden alguna cosa, Estados Unidos los sanciona», comenta Angel Mesa, director de servicios.
Cuba importa la mayoría de alimentos e insumos que consume. Entre abril de 2017 y marzo de 2018, las afectaciones a la industria alimentaria alcanzaron los 413 millones de dólares, según un informe oficial.
-Parte de responsabilidad-
«No estoy muy de acuerdo con que el obstáculo principal para que Cuba no se pueda desarrollar sea el bloqueo. Tiene una parte de culpa pero no toda», estima el politólogo Alzugaray.
Cuba, señala, no desarrolló un modelo económico propio. Es ahora que, de la mano de una reforma constitucional, la isla se prepara para modificaciones que reconozcan el papel del mercado y de la inversión privada y extranjera.
«El gobierno cubano tiene problemas con la apertura. No se decide a tomar riesgos, como la unificación de su moneda (hay dos monedas locales en circulación). Hay causales que tienen que ver con el propio modelo cubano», afirma.
Tras renegociar su deuda externa con el Club de París, Europa se convirtió en el primer socio comercial de la isla, privilegiando la inversión en turismo.
Sin embargo, el propio gobierno reconoció a inicios de año que aún no ha sido capaz de cumplir con todas sus proyecciones para mejorar su economía.
«Cuba tiene que trabajar para hacer el bloqueo inefectivo. Cuando logre hacerlo, será más fácil que se levante», considera Alzugaray.