Montevideo (AFP) – El despido de trabajadores de Petrobras tensó el conflicto que mantienen los empleados con la estatal brasileña en Uruguay, tras el anuncio de la firma de que se retirará del país.
La empresa despidió a siete empleados de su sector gasífero en Uruguay, en medio de una huelga de hambre de trabajadores que reclaman que se quite a la empresa la concesión del servicio de distribución de gas natural.
«Empezaron a llegar los telegramas» de despido, un total de siete, y «se agrava la situación», dijo el dirigente del sindicato del gas Alejandro Acosta citado por la local Radio Montecarlo.
«No vamos a aceptar ningún despido», lanzó Acosta, quien reclamó que «de una buena vez el Poder Ejecutivo» tome «cartas en el asunto» para «asegurar que en un período de transición» en el que «Petrobras se va (del país) no haya despidos».
Mientras la empresa alega que su actividad en Uruguay es deficitaria, los trabajadores la acusan de «abandonar la gestión responsable» del servicio de gas por cañería del que es concesionaria desde 2004.
El presidente del sindicato de los trabajadores del gas, Martín Guerra, había señalado a la AFP que la firma redujo drásticamente su plantilla laboral desde que inició actividades en Uruguay.
Los trabajadores denuncian que los recortes ponen en riesgo el abastecimiento de gas y piden que se quite a Petrobras la concesión, en el marco de un prolongado conflicto que tuvo su punto más caliente cuando la última semana de abril los trabajadores tomaron el «control obrero» de instalaciones de la empresa en Montevideo.
«Petrobras está decidida a no seguir acumulando perjuicios, sosteniendo concesiones de servicio público que tienen la ecuación económico-financiera quebrada por problemas estructurales, ajenos a su gestión y posibilidad de control», declaró hace diez días la empresa que se encuentra en un arbitraje con el Estado uruguayo y que asegura que acumula pérdidas por 116 millones de dólares en 15 años.
Petrobras, sumida en el escándalo de corrupción «Lava Jato», anunció además la venta de su red de gasolineras en Uruguay como parte de un proceso de reducción de activos para reposicionar su negocio.
La central sindical uruguaya PIT-CNT, que reúne a los más poderosos sindicatos del país, expresó este viernes su «solidaridad con los trabajadores del gas», y su número dos, Marcelo Abdala, declaró a Radio Sarandí que seguramente convocarán «alguna movilización solidaria con los trabajadores del gas», aunque no precisó la entidad de la medida.