Caracas (AFP) – Un bebé murió este lunes en Caracas cuando el techo de una vivienda colapsó debido a un deslizamiento de tierras provocado por fuertes lluvias que generaron caos en amplias zonas de la ciudad, informaron las autoridades.
«Tenemos un fallecido, lamentablemente, un niño de siete meses», declaró Darwin González, el alcalde del municipio capitalino de Baruta, a la televisora digital VivoPlay.
El suceso, ocurrido en el sector de Hoyo de La Puerta (este de Caracas), se produjo un día después de la declaración de una alerta debido a precipitaciones que habían dejado una persona fallecida y cientos de viviendas afectadas la semana pasada en el norte de Venezuela, en especial en los estados Vargas y Miranda.
El río Guaire, cuyas aguas contaminadas cruzan Caracas, se desbordó este lunes en varios puntos, confirmó el ministro de Interior, general Néstor Reverol, en Twitter.
Un centenar de casas se inundaron en la enorme barriada popular de Petare, agregó Reverol, quien llamó a la población a tomar «previsiones», especialmente en «límites de los cursos de agua y zonas de media y alta pendiente».
La autopista Francisco Fajardo, una de las principales vías de la capital, sufrió inundaciones en horas de la tarde, así como la neurálgica avenida Libertador, lo que generó atascos; mientras que torres de oficinas en un conocido centro comercial debieron ser desalojadas, constató la AFP.
El agua escurría desde la azotea a los pisos inferiores y el área de estacionamiento se anegó.
El paso quedó restringido de manera temporal en sectores del este y el centro de Caracas por el deslizamiento de tierras, pero fue reabierto paulatinamente al llegar la noche.
El domingo, la Dirección de Protección Civil declaró una «alerta temprana» por las condiciones climáticas.
Protección Civil informó este lunes que el Instituto de Meteorología e Hidrología (IMAMEH) estima que continuará «la inestabilidad atmosférica» por una onda tropical que atraviesa el país caribeño.
Hay temores sobre las consecuencias de las lluvias por el recuerdo de la llamada «Tragedia de Vargas», en diciembre de 1999, cuando gigantescos deslaves dejaron entre 1.500 y 3.000 muertos, 94.000 damnificados y más de 130.000 evacuados, según las cifras oficiales anunciadas en aquel momento.
Fuentes extraoficiales elevan a más de 10.000 los fallecidos de entonces.
El gobernador de Vargas, el oficialista Jorge García Carneiro, llamó a la tranquilidad al asegurar en una entrevista con el canal de televisión estatal VTV que un escenario como el de 1999 es «lejano».