Yaxchilán (Chiapas).- En la Zona Arqueológica de Yaxchilán, Chiapas, recientes investigaciones lideradas por la arqueóloga Ileana Edith Echauri Pérez han desvelado un aspecto único de esta antigua ciudad maya: su construcción está profundamente ligada a un paisaje considerado sagrado, compuesto por colinas y cuevas que los mayas integraron a su arquitectura.
Estos descubrimientos resaltan cómo los elementos naturales de la región fueron aprovechados para transmitir mensajes de poder y legitimidad, un enfoque que apenas ha comenzado a ser estudiado en profundidad.
Los resultados de esta investigación, que comenzó en 2017 bajo el Proyecto Integral Yaxchilán, forman parte de la exposición El paisaje sagrado de Yaxchilán: La fusión del entorno natural con los elementos culturales, actualmente abierta al público en el Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Cuicuilco, Ciudad de México, hasta el 31 de diciembre de 2024.
La muestra presenta una docena de piezas arqueológicas y cédulas informativas que destacan cómo Yaxchilán fue construida en un meandro del río Usumacinta, rodeado de pequeñas colinas y cuevas.
«Es probable que este paisaje haya sido considerado sagrado según la concepción maya», explicó Echauri Pérez, quien subraya que las ciudades mesoamericanas no solo respondían a necesidades funcionales, sino que también eran espacios cargados de simbolismo y poder político.
La importancia del paisaje en la arquitectura maya
La investigación de Echauri Pérez incluyó el uso de tecnología LiDAR para analizar la distribución de los edificios en relación con las colinas y las cuevas.
Se identificaron al menos 30 cuevas, en 20 de las cuales se hallaron restos arqueológicos, además de siete canteras que indican la presencia de actividades productivas en el sitio, un aspecto previamente no explorado en detalle.
Las cuevas de Yaxchilán han sido clasificadas en tres grupos según sus asociaciones arquitectónicas: algunas están vinculadas con áreas monumentales como la Pequeña Acrópolis, mientras que otras, más alejadas, se encuentran a 800 metros de la Gran Plaza.
Estas cuevas, además de cumplir con una función simbólica, probablemente albergaban rituales que conectaban a los mayas con el inframundo y sus ancestros.
Exposición: el legado maya en Cuicuilco
La exposición en Cuicuilco incluye objetos que ilustran el profundo simbolismo del paisaje y su relación con la vida ritual de los mayas. Entre los hallazgos destacan una ocarina antropomorfa encontrada en la Cueva 6, que posiblemente representaba a un guerrero, y un hacha de piedra verde pulida hallado en la Cueva 1.
También se exhiben sahumadores con la figura del dios jaguar del inframundo, excavados en décadas anteriores.
Yaxchilán, una ciudad de difícil acceso a la que solo se puede llegar navegando por el río Usumacinta, ha sido preservada casi en su estado original, lo que ha permitido que su paisaje sagrado y su arquitectura permanezcan intactos.
Echauri Pérez destaca la singularidad de la ciudad, concebida en torno a una gran plaza de un kilómetro de largo, con edificios emblemáticos construidos sobre colinas.
La exposición en Cuicuilco permanecerá abierta hasta finales de 2024, ofreciendo al público una oportunidad única para explorar la interacción entre la naturaleza y la cultura maya en uno de los sitios arqueológicos más fascinantes de Mesoamérica.
Yaxchilán continúa desvelando secretos de la civilización maya, revelando una conexión profunda entre arquitectura, paisaje y poder.