La Paz (Baja California Sur).- A lo largo de 30 años de investigaciones arqueológicas en la Covacha Babisuri y otros 127 sitios de las islas Espíritu Santo y La Partida, en Baja California Sur, los científicos han logrado reconstruir una parte fundamental del pasado de la región del Cabo. 

Estos hallazgos han permitido identificar una larga tradición cultural centrada en la madreperla, un material que no solo se utilizó como herramienta y ornamento, sino que también tuvo un profundo simbolismo ideológico.  

La arqueóloga Harumi Fujita Kawabe, del Centro INAH Baja California Sur, ha denominado este fenómeno como la «cultura de la madreperla», concepto que se detalla en el libro Covacha Babisuri. Doce mil años de prehistoria en Isla Espíritu Santo, BCS (2023), publicado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)

En este trabajo se presentan los hallazgos obtenidos en excavaciones realizadas entre 2001 y 2006 en la Covacha Babisuri, donde se descubrieron 43 anzuelos elaborados en madreperla, incluido uno con una antigüedad de 8,320 años antes del presente (a.p.), convirtiéndolo en una de las evidencias más antiguas de explotación marítima con industria lítica en América.  

Además de los anzuelos, los investigadores encontraron 14 perlas de la especie Pinctada mazatlanica, algunas de ellas con incisiones y otras acanaladas. Dos de estas perlas fueron sometidas a análisis de fechamiento, determinando que tienen entre 8,650 y 8,410 a.p., lo que las convierte en las perlas trabajadas por humanos más antiguas del mundo.  

El análisis del sitio arqueológico reveló que la explotación de la madreperla no se limitaba únicamente a su uso como herramienta o adorno, sino que estaba profundamente vinculada a la identidad cultural de los habitantes de la Isla Espíritu Santo. 

Durante el período comprendido entre el 1000 y 1700 d.C., la madreperla se convirtió en un símbolo de estatus y se usó ampliamente en entierros y rituales funerarios. Esto se evidencia en la presencia de pectorales de este material en concheros y cuevas funerarias como Las Palmas y El Conchalito, donde los arqueólogos han identificado restos de prácticas rituales asociadas con la concha marina.  

En la Covacha Babisuri también se encontraron conchas de diversas especies utilizadas como recipientes, lo que sugiere que en ausencia de cerámica, los antiguos habitantes de la isla recurrieron a la madreperla como sustituto para cocinar y almacenar alimentos.  

Un aspecto clave que diferencia la Covacha Babisuri de otros sitios tempranos en América es la ausencia de restos de megafauna y de artefactos típicos de los paleoindios, como las puntas Clovis o Folsom. En cambio, los hallazgos en este sitio guardan similitudes con tradiciones paleocosteras identificadas en la costa noroeste de los Estados Unidos y en la Isla Cedros, al norte de Baja California.  

Descubrimientos en la Covacha Babisuri revelan una cultura milenaria basada en la madreperla
Especialistas plantean término ‘Cultura de la Madreperla’ para designar la prehistoria de la región del Cabo, en Baja California Sur. Foto Harumi Fujita

La investigación ha establecido que la ocupación de la Covacha Babisuri se dio en tres períodos distintos:  

  • Periodo Temprano (12000-8000 a.p.): Durante esta época, la Isla Espíritu Santo aún estaba conectada con la península, lo que permitió la llegada de los primeros habitantes. Su dieta se basaba principalmente en moluscos y la recolección de conchas fósiles.  
  • Periodo Medio (8000-2000 a.p.): En esta fase, el nivel del mar ascendió y la isla adquirió su forma actual. La explotación de la madreperla se incrementó, y se empezaron a utilizar herramientas líticas y piedras de molienda.  
  • Periodo Tardío (2000-300 a.p.): En este tiempo, la madreperla se convirtió en un material esencial, con una recolección intensiva que requería técnicas de buceo en aguas profundas, llegando a sumergirse hasta 25 metros sin equipo especializado para extraerla.  

El libro Covacha Babisuri. Doce mil años de prehistoria en Isla Espíritu Santo, BCS fue presentado el 20 de febrero de 2025 en la apertura del ciclo Palabra de nuestros autores, organizado por el INAH para acercar al público sus más recientes investigaciones. 

La obra incluye la colaboración de reconocidos especialistas en el análisis de flora, polen, fauna, peces y restos humanos, entre ellos José Luis León de la Luz, José Luis Alvarado, Andrea Guía Ramírez, Judy Porcasi, Anna Noah y Leticia C. Sánchez García.  

Descubrimientos en la Covacha Babisuri revelan una cultura milenaria basada en la madreperla
En el sitio arqueológico que da nombre al libro se descubrieron, entre 2001 y 2006, anzuelos de madreperla, incluido uno fechado en 8,320 años a.p. Foto Harumi Fujita

El prólogo del libro fue escrito por el arqueólogo norteamericano Don Laylander, especialista en la prehistoria de Alta y Baja California. Su contribución refuerza la importancia de este descubrimiento para entender cómo las antiguas civilizaciones costeras del continente americano dependían del mar no solo para su supervivencia, sino también para su desarrollo cultural y simbólico.  

Los hallazgos en la Covacha Babisuri confirman que la «cultura de la madreperla» tuvo un papel clave en la historia prehispánica de Baja California Sur, una tradición marítima que perduró por milenios y que hoy resurge gracias a la investigación arqueológica.