Managua (AFP) – Tres periodistas nicaragüenses fueron interceptados, amenazados y uno agredido este sábado por la policía como parte de los hostigamientos que enfrenta la prensa que cubre las protestas y la crisis que enfrenta el gobierno de Daniel Ortega desde abril, denunciaron fuentes gremiales.
Uno de los afectados es el periodista y director del Canal 100% Noticias, Miguel Mora, quien dijo que fue amenazado de muerte por un policía que paró y requisó el vehículo en el que viajaba junto con su esposa, la también periodista Verónica Chávez.
«Lo estamos vigilando (..) tus días están contados», dijo Mora que lo conminó el oficial, quien se negó a identificarse durante el incidente que ocurrió en una avenida de la capital.
Horas después, el mismo oficial volvió a interceptar con otros agentes el vehículo de Mora, lo revisaron y retuvieron durante una hora a su chofer.
El empresario televisivo dijo que durante la segunda requisa, los bajaron del vehículo y les pidieron que pusieran con las manos arriba y que una oficial manoseó supuestamente a su esposa.
El viernes, el canal fue asediado por antimotines y seguidores del gobierno.
En tanto, un comunicador de la opositora Radio Corporación, Gustavo Jarquín, dijo que tres policías lo bajaron este sábado del taxi en el que viajaba y lo golpearon por negarse a entregar su celular.
A estas amenazas y agresiones se suma la detención temporal, el viernes, de dos trabajadores de Radio Darío, de la occidental ciudad de León y también crítica con el gobierno, indicó su director Aníbal Toruño.
La policía no se ha pronunciado sobre estos sucesos.
Al menos 420 ataques, censuras y amenazas ha sufrido la prensa independiente por parte de policías, paramilitares y seguidores del gobierno durante la cobertura de las protestas, informó este mes la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH).
Grupos humanitarios estiman que más de 320 personas murieron a causa de la represión gubernamental contra las protestas que iniciaron en abril contra una reforma al seguro social que luego desencadenó en una demanda de la salida del mandatario.
La policía, por su parte, reconoce 198 víctimas durante la crisis y acusa a los manifestantes de golpistas.