Nueva York (AFP) – La defensa del Chapo Guzmán aseguró el martes que el mítico capo del narcotráfico juzgado en Nueva York es un chivo expiatorio del gobierno de México, al que acusó de recibir cientos de millones de dólares en sobornos de su mayor socio en el cartel de Sinaloa.
La fiscalía, no obstante, lo presentó como un despiadado asesino que durante 25 años envió a Estados Unidos toda la droga que quiso, más de 155 toneladas.
El fiscal Adam Fels detalló ante el jurado un puñado de envíos que totalizaron 41 toneladas de cocaína. «Hay suficiente cocaína en esas 41 toneladas como para 328 millones de rayas de cocaína. Eso es más que una raya por cada persona en Estados Unidos», afirmó en su argumento de apertura.
Los argumentos de apertura comenzaron con más de cinco horas de retraso luego de la retirada de dos jurados que debieron ser reemplazados: una mujer hispana que aseguró que el proceso le está provocando problemas de salud, y un hombre que dijo que no podría mantenerse si deja de trabajar durante más de cuatro meses, la duración estimada del juicio.
El Chapo, uno de los jefes del narcotráfico más famosos del mundo, es acusado de 11 delitos. Si es hallado culpable puede ser condenado a cadena perpetua.
– ¿Quién es el jefe? –
El abogado del Chapo, Jeffrey Lichtman, aseguró que el verdadero jefe del cartel de Sinaloa no es el Chapo, sino su coacusado Ismael «Mayo» Zambada, de 70 años, que nunca pasó un día en prisión y sigue prófugo.
Zambada ha pagado «al actual y al anterior presidente de México», Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, «cientos de millones de dólares en sobornos», aseguró.
Un vocero de Peña Nieto y también el propio Calderón negaron inmediatamente las acusaciones en Twitter.
«La verdad es que el Chapo no controlaba nada, Mayo Zambada lo hacía», dijo Lichtman en la corte. «Mayo puede lograr que la gente sea arrestada y que el ejército y la policía de México mate a quien él quiera».
Al entrar a la corte, el Chapo, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata, tiró un beso a su joven esposa Emma Coronel, de 29 años, sentada entre el público. El juez Brian Cogan no le permitió saludarla hoy con un abrazo, como el Chapo había pedido.
Coronel se sacó varias selfies con fans al salir de la corte.
– «Dinero, drogas, asesinato» –
La fiscalía presentó al Chapo como un temible y astuto narcotraficante que lideraba el cartel de Sinaloa, traficaba «cantidades masivas de cocaína» en aviones, barcos pesqueros y hasta submarinos, y no dudaba en matar ni a sus familiares para ampliar su negocio o evitar ser atrapado.
«Dinero, drogas, asesinato, una vasta organización de narcotráfico: de esto se trata este juicio, y lo probaremos con las evidencias», dijo el fiscal Fels.
La fiscalía, que prepara el caso desde hace años, asegura que el imperio criminal del Chapo, con tentáculos en las Américas, Asia y Europa, facturó unos 14.000 millones de dólares. Las autoridades nunca pudieron incautar nada de esa fortuna.
Fels aseguró que el Chapo era propietario de un AK-47 bañado en oro y de una pistola incrustada con diamantes con sus iniciales, y que «tenía su propio ejército privado de cientos de hombres armados con rifles de asalto en las montañas de Sinaloa».
Hizo hincapié en los montones de evidencias acumulados por el gobierno, que incluyen mensajes de texto del Chapo encriptados y «un video de Guzmán y sus sicarios interrogando a miembros de carteles rivales» y donde se vería al capo «apretar el gatillo».
Aunque el Chapo no está acusado de homicidio, la fiscalía asegura que posee pruebas de al menos 33 asesinatos cometidos u ordenados por él.
Para preservar su seguridad, los jurados serán escoltados por alguaciles armados cada día a la corte y sus nombres son mantenidos en el anonimato.
Con perros entrenados y aparatos para detectar gas y explosivos, decenas de policías refuerzan la vigilancia en el tribunal de Brooklyn.
La fiscalía prepara el testimonio de decenas de testigos para intentar probar los crímenes cometidos por El Chapo, muchos de ellos exrivales o socios del capo narcotraficante y a quienes la defensa intentó desacreditar este martes.
«Estos testigos han matado a fiscales, han intentado matar a presidentes (…) Cuando escuchen a estas personas se les pondrá la piel de gallina», dijo Jeffrey Lichtman al jurado.
«¿Por qué el gobierno está yendo tan lejos, dándoles visados para que permanezcan en este país?», preguntó.
«Porque el Chapo es el mayor premio con el cual la fiscalía ha soñado, y está soñando con esto desde hace años», respondió el abogado del Chapo.
Pero pese a su arresto y extradición, la guerra contra las drogas «obviamente no ha logrado nada», estimó Lichtman. «El flujo no ha parado. El negocio continúa como siempre» y Estados Unidos sigue consumiendo «más drogas que cualquier otro país del planeta».