Madrid (España).- En un anuncio reciente que capturó la atención de lingüistas y medios de comunicación, la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), respaldada por la Real Academia Española y la Agencia EFE, declaró a «dana» como la palabra del año 2024.
Esta decisión se tomó tras su notoria presencia en las noticias debido a las devastadoras inundaciones en el este y sur de la península ibérica, eventos que resultaron en más de 200 muertes y extensos daños materiales a finales de octubre.
El término «dana», que se refiere a una «depresión aislada en niveles altos» de la atmósfera, ha sido recientemente incorporado en la última actualización del Diccionario de la lengua española, anunciada el pasado 10 de diciembre. Esta inclusión responde no solo a su relevancia en eventos climáticos severos, sino también al interés lingüístico que ha despertado entre los hablantes, especialmente en cuanto a su correcta escritura y uso.
La elección de «dana» se impuso sobre otras once candidatas como «alucinación», «fango», «gordofobia», entre otras, destacando por la recurrencia con la que este fenómeno meteorológico se ha manifestado y reportado en los medios. A pesar de haber sido candidata en 2019, no fue hasta este año, marcado por su frecuencia e intensidad, que «dana» logró capturar este reconocimiento.
Según el diccionario de la RAE, «dana» debe escribirse en minúsculas cuando se refiere al fenómeno meteorológico, mientras que su forma en siglas, «DANA», debe utilizarse solo en mayúsculas y su plural correcto es «las DANA».
La especificidad en la escritura de este término refleja la importancia de la precisión lingüística en el ámbito académico y mediático.
El término ha trascendido su uso técnico inicial en el campo de la meteorología para convertirse en una parte establecida de la lengua general, reflejando su integración en el discurso cotidiano y académico en España. Este proceso de lexicalización muestra cómo palabras técnicas pueden evolucionar y arraigarse en el lenguaje común, influidas por eventos de significativa relevancia social y mediática.
La FundéuRAE ha seleccionado una palabra del año desde 2013, con términos anteriores que reflejan preocupaciones sociales, tecnológicas y culturales de su tiempo, como «escrache», «selfi», «refugiado» e «inteligencia artificial». Estas elecciones no solo destacan tendencias lingüísticas, sino también temáticas de interés público que definen cada año.
La elección de «dana» para 2024 no solo subraya la importancia de eventos climáticos extremos en la conciencia pública y mediática, sino que también destaca el dinamismo de la lengua española en adaptarse y documentar la realidad cambiante de sus hablantes.