La Habana (AFP) – El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel recibió al presidente de la minera canadiense Sherritt, David Pathe, que realiza importantes inversiones en la isla, y rechazaron la aplicación de una ley estadounidense que colocó a la firma bajo riesgo de demanda.
«El presidente @DiazCanelB recibió al presidente de compañía canadiense Sherritt, David Pathe. Coincidieron en buena marcha de inversiones conjuntas y rechazo al bloqueo y a la ley Helms-Burton», escribió este miércoles en Twitter el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, quien sin embargo no aclaró cuándo ni dónde fue el encuentro
Sherritt tiene una empresa mixta con el estado cubano desde 1995 para explotar los ricos yacimientos de níquel en el oriente cubano.
Esa empresa incluye la planta Pedro Soto Alba, en Moa, provincia de Holguín, y minas de níquel cobalto, que pertenecieron a la norteamericana Moa Bay Mining Company, y que fueron nacionalizadas por el gobierno de Fidel Castro en 1960.
La Moa Bay reclama una indemnización certificada desde entonces por 88,3 millones de dólares, sin contar los intereses acumulados.
El 2 de mayo, el gobierno de Donald Trump puso en vigor el título tres de la ley Helms-Burton, congelado desde 1996 por todas las administraciones estadounidenses.
Este permite la reclamación en tribunales de Estados Unidos de indemnizaciones por propiedades nacionalizadas por Castro. Las demandas pueden presentarlas estadounidenses o emigrantes cubanos que luego adoptaron esa ciudadanía.
Sherritt tiene además otras inversiones en Cuba, entre ellas dos plantas generadoras de electricidad a partir del gas natural que se obtiene de los yacimientos cubanos en el occidente de la isla.
La pasada semana, Díaz-Canel conversó telefónicamente con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, diálogo en el cual agradeció su oposición a la Helms-Burton.
La puesta en vigor del título III de esa norma generó numerosas inquietudes entre los inversionistas y entidades financieras con negocios en la isla.
El gobernante cubano también se reunió con empresarios extranjeros del rubro hotelero que participan esta semana en la Feria del Turismo de Cuba.
«Sus empresas (turísticas) en el país tienen total seguridad jurídica a tenor de la Ley 118 de la Inversión Extranjera y la Ley 80 de Reafirmación de la Dignidad y Soberanía Cubanas», escribió dijo Díaz-Canel este miércoles en Twitter.
La Unión Europea, principal inversionista en Cuba, así como Canadá y México, promulgaron en la década de los 90 leyes conocidas como «antídotos», para proteger sus inversiones en la isla, y que permiten contrademandas.
Cuba, por su parte, aprobó la ley 80, que desconoce cualquier reclamación que se haga en base a la Helms-Burton.
El gobierno de Fidel Castro indemnizó a compañías de Canadá, España, Francia, Holanda y Gran Bretaña, tras la nacionalización de 1960, pero no hubo acuerdos con Estados Unidos.
Tras el restablecimiento de la relaciones diplomáticas, en 2015, bajo el gobierno de Barack Obama, especialistas de ambos países sostuvieron dos reuniones preparatorias de negociaciones para las indemnizaciones, proceso detenido bajo el gobierno de Trump.