Buenos Aires (AFP) – Sin figurar entre los principales productores porcinos del mundo, a Argentina se le ha abierto una oportunidad para potenciar el crecimiento de ese sector con exportaciones a China mediante un acuerdo entre los dos países que sin embargo cuestionan los ambientalistas.
Un memorando de entendimiento, que se espera sea suscrito en poco más de un mes, debe regular la instalación de megagranjas de cerdos en Argentina para exportación a China, en alianza entre productores locales y del país asiático.
De unas 25.000 toneladas de carne de cerdo exportadas en 2019, Argentina se propone ahora aumentar sus ventas hasta 300.000 toneladas anuales cuando el proyecto esté en plena producción.
Pero incluso antes de ello las exportaciones porcinas argentinas se han disparado: entre enero y julio de este año fueron de 22.407 toneladas, 66% más que en el mismo periodo del año anterior, según el ministerio de Agricultura.
«No estamos hablando de ninguna cosa extraordinaria que Argentina no pueda hacer. Chile exporta 250.000 toneladas de carne de cerdo y Brasil 700.000 toneladas», señaló a la AFP Jorge Neme, secretario de relaciones económicas internacionales de la cancillería, al ponderar la escala del proyecto.
Con la meta de elevar sus exportaciones de unos 65.000 millones de dólares anuales a 100.000 millones en un momento de caída de reservas internacionales, esta alianza con China no luce despreciable para Argentina, conocida por la calidad de su carne vacuna.
– Sanidad y pandemia –
China, único país cuya economía no se ha contraído en medio de la pandemia del covid-19, es actualmente el principal importador de productos argentinos, y desplazó a Brasil, históricamente el primer socio comercial de Argentina.
«El tipo de producto que exporta Argentina a China, el agropecuario, es el más resiliente» en el contexto de la pandemia. «Por eso crecen las exportaciones a ese mercado, también desde Brasil y desde otros países de América Latina», explicó a la AFP Patricia Krause, economista para América Latina de la aseguradora de créditos francesa Coface.
En este nuevo proyecto, Argentina ofrece su tradición de productor de alimentos y el estatus sanitario de país libre de enfermedades porcinas, luego del impacto en China de la peste porcina africana, que el año pasado le hizo perder cerca de 40% de su población de cerdos, elemento fundamental de su dieta.
Para Krause, la elección de Argentina y no Brasil, importante exportador de carne porcina a China, para esta alianza en la instalación de megagranjas de cerdos «está vinculada con una decisión de diversificación de mercados».
Germán Paats, productor porcino en la provincia de Buenos Aires, considera que Argentina tiene condiciones fuertes para crecer en ese rubro. «Tenemos el ambiente, la materia prima, la genética, la sanidad, y tenemos la capacidad y el conocimiento para producir de forma eficiente la mejor carne de cerdo».
«Si hacemos las cosas bien, podemos ser el socio que China necesita», aseveró.
– Megagranjas –
Uno de los cuestionamientos de los ambientalistas, que en las últimas semanas se han manifestado en Buenos Aires, es justamente la idea de las megagranjas, en su rechazo a la producción agropecuaria a gran escala.
«Argentina está sumida en un problema con el agronegocio desde hace muchísimo tiempo. Las granjas industriales son algo del pasado que debe ser superado porque pone a toda la humanidad en peligro, no importa que estén alojadas en Argentina, en China o en Dubai. Son un foco infeccioso tremendo, una producción de la peor crueldad, no dan mejores alimentos y no solucionan el problema del hambre», declaró Soledad Barruti, periodista e investigadora de la industria alimenticia.
Pero Neme defiende la propuesta. «Megagranjas porque tenemos que tener una dimensión de un producto para exportación. No es un cerdo que se produce en un pequeño predio en el fondo de una casa. Tiene que tener una trazabilidad, niveles de bioseguridad, frigorífico, planta de faena habilitada por los países donde vayamos a exportar», explicó el funcionario.
«Alemania tiene 70 veces más cerdos que nosotros por kilómetro cuadrado. Entonces ¿de qué estamos hablando? Nadie puede pensar que en Alemania los cerdos están contaminando el ambiente todo el día. La capacidad productiva de Argentina es perfectamente compatible con el medio ambiente», enfatizó.
Finalmente, para zanjar la polémica, el gobierno argentino incorporó al memorando una cláusula específica sobre medio ambiente y aguarda la respuesta de China.
«Lo que estaba aprobado se va a demorar un mes o un poco más en la consideración», señaló Neme.