Washington (AFP) – Un equipo de la compañía PEPCO cortó este miércoles la electricidad a la embajada de Venezuela en Washington que desde hace varias semanas está tomada por activistas que buscan impedir la entrada de la delegación de Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos como presidente de Venezuela.
Cerca de las 20H00 hora local (00H00 GMT) un equipo de la compañía eléctrica abrió una tapa de alcantarilla para cortar la electricidad al recinto, un edificio de cuatro plantas ubicado en el elegante barrio de Georgetown, informaron activistas y miembros de la delegación de Guaidó.
Desde hace semanas un grupo de activistas de varias organizaciones que se agruparon la plataforma Colectivo para la Protección de la Embajada (Embassy Protection Collective) viven en la sede diplomática, con la anuencia del gobierno de Nicolás Maduro.
«Las autoridades acaban de cortar ilegalmente nuestra electricidad, esperábamos esto, estamos preparados para esto», dijo en un vídeo publicado en internet el activista Kevin Zeese, de la organización Popular Resistance, uno de los grupos que conforman el Colectivo.
Carlos Vecchio, el representante de Guaidó en Estados Unidos, reconocido por Washington como embajador, dijo que decidió darles a los «invasores» de su Embajada «un poco de la experiencia de vivir en Venezuela bajo el socialismo fracasado», en referencia a los apagones que azotan el país.
«A partir de este momento no tendrán energía eléctrica. Próximo paso: su salida», dijo en Twitter.
Desde el fallido intento de levantamiento de un grupo de militares contra Maduro la semana pasada, se registraron protestas espontáneas de venezolanos que quieren sacar a los activistas de la sede diplomática.
Los venezolanos rodearon la sede, instalaron campamentos y bloquearon la entrada de la embajada para impedir que los activistas se aprovisionen.
Cada día se producen escaramuzas entre ambos grupos cuando los activistas intentan introducir comida, lanzándola por las ventanas o amarrando las bolsas a cuerdas que los ocupantes de la embajada lanzan y jalan.
El edificio está cerrado al público desde que la mayoría de diplomáticos dejara el país tras perder su estatuto, después de que Estados Unidos se convirtiera en uno de los primeros países en reconocer a Guaidó en enero.
Los últimos diplomáticos acreditados salieron de las instalaciones el 24 de abril y desde entonces los activistas – que denuncian un golpe de estado en Venezuela – custodian el edificio.
«No nos vamos, vamos a resistir y a permanecer en solidaridad con la gente de Venezuela», dijo Zeese alumbrado por una vela.