Glendale (Arizona).- En una noche cargada de emociones y talento futbolístico, el Allegiant Stadium en Las Vegas y el State Farm Stadium en Glendale, Arizona, fueron testigos de dos encuentros decisivos que dejaron a Uruguay y Colombia como los protagonistas de las próximas semifinales de la Copa América 2024.

Un Uruguay resiliente en Las Vegas

El enfrentamiento entre Uruguay y Brasil estuvo lleno de tensión y táctica desde el primer minuto. Ambos equipos mostraron un respeto mutuo, marcando fuertemente y buscando la oportunidad perfecta para golpear. 

Uruguay dio el primer aviso con un cabezazo de Olivera que desafortunadamente no encontró el marco. 

Brasil, no se quedó atrás, aprovechando la velocidad de Endrick y Raphinha para intentar romper la alta presión impuesta por el equipo dirigido por Marcelo Bielsa. Sin embargo, la defensa uruguaya, firme y coordinada, logró mantener a raya las incursiones brasileñas.

La segunda mitad continuó con menos oportunidades claras, reflejo de las defensas ajustadas y la creciente tensión en el campo. La situación cambió cuando Nández recibió una tarjeta roja tras una revisión del VAR, lo que dio a Brasil una ventaja numérica. 

A pesar de ello, Uruguay logró sostener el empate y llevar el partido a la tanda de penales, donde emergieron como los victoriosos, gracias a una mezcla de atajadas decisivas y la ejecución final de Manuel Ugarte.

Colombia domina en Arizona

Al mismo tiempo, en Arizona, Colombia mostró su dominio desde el inicio contra Panamá. James Rodríguez, con su magia característica, contribuyó decisivamente en los primeros goles, mostrando por qué sigue siendo vital para su equipo. 

John Córdoba y Jhon Arias rápidamente pusieron a Colombia en una posición cómoda con dos goles en menos de quince minutos.

Panamá intentó responder y estuvo cerca de marcar, pero el poste y una sólida actuación de Camilo Vargas lo impidieron. 

Colombia no bajó el ritmo y antes del descanso, Luis Díaz aumentó la ventaja con una ejecución impecable que demostró su calidad técnica y visión de juego.

En la segunda mitad, aunque el partido parecía decidido, Colombia no se conformó y continuó su asedio, culminando con un golazo de Richard Ríos y un penal convertido por Miguel Borja. 

La victoria por 5-0 no solo fue un reflejo de su superioridad en el campo sino también un mensaje claro a los demás competidores.

Mirando hacia las semifinales

Ambos partidos, aunque distintos en su desarrollo, demostraron la intensidad y la pasión que define a la Copa América. Uruguay y Colombia ahora se preparan para un encuentro en las semifinales que promete ser otro capítulo emocionante en este torneo. 

Con su mezcla de experiencia, juventud y táctica, ambos equipos tienen todo para seguir soñando con levantar el trofeo continental.