Atlanta (GA), 21 feb (EFE).- Si se toman en cuenta las diferencias étnicas, culturales y socioeconómicas de los latinos se podría ayudar a mejorar los resultados en el tratamiento del cáncer, principal causa de muerte en esta minoría, revela un estudio.
«Las poblaciones hispanas son diferentes, reflejando su país de origen, experiencias culturales y estatus socioeconómico. Si podemos detectar esas diferencias entre ellos, podremos identificar fácilmente estrategias de salud para reducir su riesgo de cáncer y mejorar los resultados de salud», declaró Paulo Pinheiro, autor principal del estudio divulgado en el Journal de la Asociación Americana de Investigación de Cáncer (AACR).
Los investigadores analizaron las tasas de mortalidad de cáncer entre residentes de origen hispano en Florida entre el 2008 y el 2012.
El reporte encontró que, en términos generales, los hispanos tienen un 30 % menos de probabilidades de morir de cáncer en comparación con los blancos no hispanos.
No obstante, los latinos tenían tasas de mortalidad más altas de cáncer de estómago y próstata en comparación con los blancos no hispanos, aunque estas eran inferiores para cáncer de pulmón, páncreas y seno.
La investigación también halló diferencias significativas entre los diferentes grupos de origen entre la comunidad latina.
Los cubanos fueron el grupo con mayor mortalidad tanto en hombres (174.1 por 100.000), como entre mujeres (104.1 por 100.000), comparado con las muertes en general entre todos los hispanos que eran de 158.5 muertes por cada 100.000 entre todos los hombres y 99.6 por cada 100.000 entre mujeres.
Asimismo, los cubanos reportaron la tasa de mortalidad más alta en cuanto a cáncer de pulmón de todos los grupos étnicos, cifra que los investigadores atribuyen a la alta prevalencia de fumar en este grupo.
Los cubanos y los puertorriqueños registraron niveles de mortalidad más altos del promedio de cáncer colorrectal y endometrial, dos tipos de cáncer ligados a la obesidad.
Pinheiro señaló que esto puede ser un reflejo de la tendencia que tienen muchos inmigrantes a subir de peso cuando se mudan a Estados Unidos.
«Sería bueno que recordaran las dietas de sus países de origen. Arroz y fríjoles, granos, frutas frescas y verduras puede ser más beneficioso que la comida a la que van a estar expuestos en Estados Unidos», indicó.
Asimismo, las cubanas y las puertorriqueñas también experimentaron una tasa de mortalidad mayor de cáncer de seno que otros grupos de latinas.
La tasa de mortalidad por cáncer de próstata fue casi el doble más alta entre los dominicanos que entre los blancos no hispanos, disparidad que el reporte relaciona a la ascendencia africana entre muchos de los dominicanos y al hecho de que varios estudios han encontrado una mayor prevalencia y mortalidad de este tipo de cáncer entre los hombres descendientes de África.
El informe destaca la importancia de que los hispanos se realicen las pruebas de detección de cáncer de acuerdo a su género y edad de forma regular para detectar la presencia de la enfermedad antes de que esté muy avanzada.
«Indudablemente, acá existe mejor acceso a pruebas de detección que en sus países de origen y deberían tomar ventaja de ello», indicó Pinheiro.