Bogotá (AFP) – El conflicto armado en Colombia deja 262.197 muertos en seis décadas, el 82% de ellos civiles, según un informe oficial actualizado divulgado este jueves.
«La gran mayoría de víctimas fatales que dejó la guerra eran miembros de la población civil: 215.005 civiles frente a 46.813 combatientes», indicó el estatal Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
Entre 1996 y 2004, periodo en el que se presentó la expansión paramilitar, ocurrieron más de 200.000 muertes, explicó a medios radiales el sociólogo Andrés Suárez, que lideró la investigación.
Los paramilitares de extrema derecha, con 94.754 homicidios, fueron los mayores presuntos responsables, mientras que a las guerrillas izquierdistas se les achacan 36.683 y a los agentes estatales, 9.804, apuntó el informe.
Los demás asesinatos corresponden a grupos surgidos de la desmovilización en 2006 de las milicias de extrema derecha, actores no identificados y desconocidos.
«Es importante reconocer las responsabilidades de todos para reclamar justicia y verdad», agregó Suárez.
El CNMH publicó hace seis años el primer informe oficial sobre la conflagración interna, llamado «Basta ya», en el que daba cuenta de 220.000 muertos entre 1958 y 2012.
El reporte divulgado este jueves amplía el rango de 1958, cuando finalizó la violencia entre liberales y conservadores que dejó cientos de miles de muertos, a 2018, e integró nuevas fuentes, por lo que el número de asesinatos aumentó.
Las guerrillas FARC y ELN se alzaron en armas contra el Estado en 1964.
– Secuestros y violaciones –
El organismo, además, reveló nuevas cifras de secuestros, uno de los crímenes más repudiados por los colombianos. Este delito pasó de tener 27.023 a las 37.094 víctimas, la gran mayoría a manos de las FARC y el ELN.
Y también se incrementaron los afectados por violencia sexual: 15.687 entre 1958 y 2018, frente a 1.754 reportados en el informe de hace seis años.
En este apartado el documento no ahonda en los presuntos responsables.
Asimismo, el estudio da cuenta de los menores de 18 años reclutados por diversos grupos armados, que suman 17.804. En el documento anterior había datos de 5.156 niños y adolescentes reclutados entre 1988 y 2012.
La entidad también documentó los casos de los llamados «falsos positivos», un eufemismo condenado internacionalmente para referirse a las ejecuciones de civiles cometidas por la fuerza pública entre 2002 y 2008, en medio de la feroz lucha antiguerrillera liderada por el expresidente Álvaro Uribe: 2.292 casos, precisó Suárez.
Pero el centro mantuvo en 80.514 los desaparecidos durante los enfrentamientos, una cifra que casi triplica la de dictaduras como la de Argentina, Brasil y Chile en el siglo XX (unas 32.300 según datos oficiales en esos países).
El informe será entregado a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia surgido del acuerdo que el año pasado desarmó y transformó en partido a las FARC para juzgar a guerrilleros y militares por delitos cometidos durante los enfrentamientos.
También a la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, dos entidades creadas en el pacto suscrito a finales de 2016 por el gobierno de Juan Manuel Santos con la otrora guerrilla comunista.
El fin del que fue el grupo rebelde más poderoso de América alivió la conflagración colombiana al evitar el año pasado 3.000 muertes, desarmar a 7.000 combatientes y reducir los secuestros a cifras históricas.
No obstante, en el territorio de la cuarta economía latinoamericana aún opera el Ejército de Liberación Nacional, reconocido como la última guerrilla y que negocia la paz con el gobierno en Cuba.
También hay bandas criminales de origen paramilitar y narcotraficantes, que se disputan las rentas del tráfico de droga y de economías ilegales.