Los Ángeles, 31 ene (EFEUSA).- El concejo de Los Ángeles aprobó hoy la elaboración de una ordenanza que regule la venta ambulante en las calles de la ciudad, en una decisión que también busca proteger a los indocumentados contra la deportación.
Los Ángeles, a pesar de ser la única de las grandes ciudades del país que no permite la venta callejera, cuenta con cerca de 20.000 vendedores ambulantes que actualmente ejercen esa actividad de manera ilegal.
De acuerdo con datos de la Campaña de Vendedores de la Calle de Los Ángeles (LASVC), que agrupa a 65 organizaciones y 400 negocios, cerca de la mitad de estos vendedores son indocumentados.
El concejal José Buscaíno, autor de la iniciativa junto con Current Price, argumentó que mantener la ilegalidad de la venta ambulante agrega «otro riesgo de deportación» a los indocumentados que ejercen ese trabajo sin un permiso, lo que constituye un delito menor.
«Continuar imponiendo penas de delitos menores por vender en la calle afecta desproporcionada y castiga injustamente a los inmigrantes indocumentados, y los puede poner en riesgo de deportación», argumentó la proposición de Buscaíno y Price.
La LASVC destacó hoy que la próxima semana el Consejo estudiará una amnistía para los vendedores actuales que han recibido multas por incumplir la ley.
«Estaremos listos para pelear por la propuesta amplia que nuestra campaña ha impulsado», aseguró.
De acuerdo con las sugerencias del Comité de Trabajos Públicos y Reducción de Pandillas de Los Ángeles, se establecerían algunas áreas -comerciales e industriales- donde los vendedores podrían ofrecer sus productos en las aceras y se limitaría a un máximo de dos vendedores por calle en esos sectores.
La Junta de Trabajos Públicos emitiría los permisos para los vendedores ambulantes y se reglamentarían requisitos de calidad y salubridad para los vendedores de alimentos.
No obstante, para el activista Edwin Ramírez, la legalización de la venta ambulante lo único que hará será «aumentar el tamaño del problema».
Ramírez argumentó en un artículo publicado recientemente en Pacoima Today, que si la ciudad no ha podido hacer cumplir la prohibición de la venta ambulante, será mucho más difícil que pueda controlar y hacer aplicar las normas sobre los vendedores actuales y mucho menos sobre aquellos que se agregarán a raíz de la autorización.
Otras normas propuestas incluyen la prohibición de la venta ambulante en la zonas residenciales, excepto posiblemente para aquellos vendedores que ofrecen su mercancía empujando pequeños «carritos», como los vendedores de helados (paleteros).
Para que el Concejo angelino apruebe una reglamentación definitiva, el proceso puede demorar «varios meses», según destacó hoy LASVC.