Cajititlan (México) (AFP) – Entre música, danzas, ofrendas florales y un recorrido por una laguna, los pobladores de la comunidad mexicana de Cajititlán (oeste) celebran a los Reyes Magos en un ceremonia que conjuga la tradición católica con rituales prehispánicos.
Aunque los Reyes Magos se festejan el 6 de enero, en Cajitlán la tradición marca que esta ceremonia se realice en días posteriores para agradecer los bienes recibidos de manos de estos personajes.
Así, miles de personas, entre pobladores y visitantes, se reunieron el martes dentro y en los alrededores de la capilla de esta comunidad, de unos 4.900 habitantes, para participar en una ceremonia que cumple 386 años.
Tras concluir la tradicional misa matutina y en medio de coloridos globos, las imágenes de los reyes, en color oro, fueron sacadas para recorrer el poblado y luego subidas a una canoa para recorrer la laguna de la comunidad.
«Vengo cada año, este día cuando los sacan a pasear. Yo les pido salud para toda mi familia», dijo a AFP Guadalupe Bravo, de 37 años, originaria del estado vecino de Nayarit.
La historia señala que en el lugar en el que hoy se sitúa el templo católico local existía un adoratorio dedicado a la deidad prehispánica «Machis», a la que los antiguos pobladores relacionaban con las lagunas de la región.
Para tenerla contenta y que protegiera sus actividades productivas, en la primera semana del año los nativos hacían un ritual en el que adornaban sus canoas y se internaban en las tranquilas aguas de la laguna de Cajititlán.
Los pobladores arrojaban ofrendas para que llegaran al fondo de la laguna, donde creían habitaba «Machis», y conseguir a cambio un buen temporal y una abundante pesca.
A la llegada de los evangelizadores franciscanos, cambiaron el ritual de «Machis» por la tradición de pasear a los Santos Reyes en canoas mientras en la orilla se realizan danzas al ritmo de una banda y entre el tronar de fuegos artificiales.
Niños, jóvenes, adultos y sobre todo personas de la tercera edad, aseguran que los reyes han bendecido su hogar, ya sea con salud, trabajo o armonía.
María de Jesús es originaria del sureño estado de Chiapas y visita a los reyes para pedir por sus dos hijos. «Quiero que estén bien mis hijos, pues aunque vivimos en la misma ciudad tiene como dos años que no los veo».
Según las autoridades, más de 40.000 personas presenciaron este ritual de Cajititlán, localidad ubicada a unos 30 km de Guadalajara, la segunda ciudad mexicana.