Cleveland (Ohio).- Hacerse una pedicura es una buena forma de liberarse del estrés.
Pero también puede ser un dolor de cabeza si terminas saliendo con una lesión o infección.
Para evitar esto, Joy Rowland, podóloga de la Clínica Cleveland, anima a las personas a investigar un poco de antemano.
“Quienes quieran hacerse una pedicura deben consultar el salón al que planean ir”, explicó la Dra. Rowland. “Quieren asegurarse de que sus instrumentos estén esterilizados; está bien preguntar en un salón sobre su proceso de esterilización”.
Además de las herramientas utilizadas en los pies, los baños de pies o los tazones también deben limpiarse y desinfectarse después de cada cliente.
Durante la pedicura, la Dra. Rowland dijo que se asegure de que las uñas no estén demasiado cortas para evitar que se encarnen.
También es mejor evitar esas herramientas parecidas a ralladores de queso para eliminar los callos porque potencialmente pueden cortar la piel.
La Dra. Rowland dijo que usted puede contraer infecciones en la piel y las uñas si se corta el pie o si las herramientas de pedicura no se limpian adecuadamente.
Entonces, ¿a qué debes prestar atención después de una pedicura para saber si algo puede estar mal?
“Si recientemente se hizo una pedicura y nota enrojecimiento o hinchazón alrededor de la uña del pie en cualquier parte del costado o en la parte inferior, o dolor al final del dedo, es hora de consultar a un podólogo”, dijo.
“También debe consultar a un proveedor si nota que la uña del pie comienza a levantarse”.
Agregó que las uñas de los pies que desarrollan una decoloración blanca o amarilla pueden ser una señal de que usted también tiene una infección.
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