Washington, 3 abr (EFEUSA).- El Comité Judicial del Senado aprobó hoy la candidatura del juez Neil Gorsuch para ocupar un puesto vitalicio en el Tribunal Supremo, puesto para el que le había nominado el presidente, Donald Trump.
En una ajustada votación con 11 votos a favor y 9 en contra -todos los demócratas-, Gorsuch logró evitar el escollo del comité y ahora su candidatura pasará al pleno del Senado, donde se librará la verdadera batalla por su nominación, pues no tiene nada fácil superar la barrera de los 60 votos, la cifra requerida para confirmar a los candidatos al alto tribunal.
Gorsuch, un férreo conservador que cuenta con el apoyo unánime de los 52 senadores republicanos, ha conseguido convencer a tres senadores demócratas pero necesita aún el apoyo de otros cinco legisladores demócratas para lograr la confirmación en el pleno del Senado, que previsiblemente votará el viernes.
No obstante, si Gorsuch no logra aglutinar el apoyo necesario, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, puede recurrir a la llamada «opción nuclear», una norma aprobada en el pasado por los demócratas para que se puedan aprobar nominaciones por mayoría simple con 51 votos, en vez de 60.
La votación para confirmar a Gorscuh en el Comité Judicial del Senado llega solo 62 días después de que el presidente, Donald Trump, le nominara el pasado 31 de enero para ocupar el puesto que dejó vacante el juez conservador, Antontin Scalia, fallecido en febrero de 2016.
El expresidente Barack Obama nominó al juez Merrick Garland para ocupar el puesto de Scalia, pero los republicanos se negaron a celebrar una audiencia para estudiar su candidatura durante una cifra récord de 293 días con el argumento de que no tenía sentido aprobarlo en año electoral.
La votación de hoy supone un importante paso para los republicanos, que quieren restaurar la mayoría conservadora en el Tribunal Supremo, dividido actualmente en cuatro jueces progresistas y cuatro conservadores.
Gorsuch, de 49 años, ejerce desde hace diez años como magistrado de la Corte de Apelaciones del Décimo Distrito, una instancia inmediatamente inferior al Tribunal Supremo y con sede en Denver (Colorado).
Firme defensor de la pena de muerte y opuesto a la eutanasia, Gorsuch aplica la ley conforme a la corriente del «originalismo», una doctrina judicial según la cual la Constitución debe interpretarse como lo harían sus autores del siglo XVIII y no conforme a los cambios de la sociedad actual.
El juez, además, ha defendido en numerosas ocasiones la libertad religiosa de los individuos por encima de las regulaciones del Gobierno.