Bogotá (AFP) – Colombia pidió formalmente a Venezuela «verificar» la presencia de guerrilleros del ELN en su territorio, luego de meses de acusar al gobierno de Nicolás Maduro de dar refugio a líderes rebeldes.
La cancillería colombiana «transmitió, el pasado 3 de enero, a través de nota verbal, un requerimiento de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, solicitando al Gobierno de Venezuela verificar la presencia y permanencia en su territorio de algunos miembros del ELN», indicó el despacho en un comunicado.
Además, Bogotá pidió a su vecino «hacer efectiva» las órdenes de captura internacionales, «de ser el caso», contra los comandantes guerrilleros Eliecer Herlinto Chamorro Acosta («Antonio García»), Gustavo Aníbal Giraldo Quinchía («Pablito») y Rafael Sierra Granados («Ramiro Vargas»).
Los tres líderes rebeldes pertenecen al Comando Central (COCE), máximo órgano del Ejército de Liberación Nacional (ELN), y contra ellos pesan múltiples pedidos de captura por crímenes cometidos en el marco del prolongado conflicto armado colombiano.
«El hecho de que este grupo tenga presencia de sus líderes así como de miembros de su organización en un país vecino dificultaría cualquier proceso de diálogo», indicó en rueda de prensa el Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos.
Colombia y Venezuela prácticamente no tienen relaciones desde mediados de 2017. Desde el gobierno del expresidente Álvaro Uribe (2002-10), Bogotá acusó a su vecino de dar refugio y proteger a guerrilleros de las FARC y del ELN.
Los señalamientos, negados por el gobierno venezolano, se atenuaron durante la presidencia de Juan Manuel Santos (2010-2018), quien pactó un acuerdo de paz que en 2017 desarmó y transformó en partido a las FARC, e inició conversaciones con el ELN.
Venezuela fue uno de los países acompañantes en los diálogos con las FARC y de los garantes con el ELN, aunque el presidente Iván Duque revocó esta condición en septiembre.
Duque mantuvo los diálogos en punto muerto hasta que los rebeldes liberen a todos los secuestrados en su poder, que el gobierno calcula en unos diez, y cesen «todas las actividades criminales».
El ELN, la última guerrilla de Colombia y que negó tener presencia en Venezuela, rechaza las exigencias de Duque por considerarlas «imposiciones unilaterales».
La guerra de declaraciones entre Bogotá y Caracas escaló en los últimos meses con la llegada a la presidencia de Duque, quien prometió aislar diplomáticamente a la «dictadura» de Maduro.