Bogotá (AFP) – La autoridad migratoria de Colombia informó este jueves sobre la expulsión de nueve venezolanos que supuestamente planeaban afectar «la seguridad» en la huelga y marchas convocadas para el 21 de noviembre contra el gobierno de Iván Duque.
Los extranjeros fueron enviados a su país porque «querían afectar (…) la seguridad y el orden público de nuestro país», dijo Christian Krüger, jefe de Migración Colombia, en declaración a los medios.
Según el funcionario, por «diferentes fuentes», se pudo determinar que los venezolanos pretendían alterar la próxima protesta social.
Las autoridades no revelaron la identidad de los venezolanos ni ofrecieron detalles sobre las actividades que presuntamente planeaban.
Krüger afirmó que todos los puntos migratorios de Colombia «están alertados» para evitar el ingreso de personas que pretendan infiltrar la protesta.
Sindicatos, estudiantes e indígenas, apoyadas por las fuerzas de la oposición, pretenden ejercer presión en las calles sobre el gobierno conservador de Duque, que luce debilitado a un año y medio de su posesión.
Duque afronta un paulatino descontento social por sus propuestas económicas y la política de seguridad enfocada en la represión de los narcocultivos, además de su intento de modificar el pacto de 2016 que llevó al desarme a las FARC, que fuera la guerrilla más poderosa de América.
El llamado paro nacional ha generado una especial expectativa por la convulsión social que, sin denominador común, ha sacudido al continente desde Ecuador hasta Chile, pasando por Bolivia.
Partidarios del gobierno han denunciado supuestas campañas de desinformación que buscan incitar a la violencia durante la próxima jornada de movilización.
El gobierno de Duque secunda a Estados Unidos en el cerco diplomático que pretender forzar la salida de Nicolás Maduro del poder.