Pyeongchang (Corea del Sur) (AFP) – Claudia Andrea Salcedo es una sargento del ejército de Chile, donde comenzó a practicar el esquí, lo que le ha llevado a sus 37 años a disputar sus primeros Juegos Olímpicos de Invierno, en Pyoengchang-2018, en los 10 km de esquí de fondo.
La deportista espera impaciente la prueba programada para el jueves.
«Son mis primeros juegos. Estoy nerviosa, ansiosa, obviamente también orgullosa de representar a mi país en esta cita olímpica. Mi objetivo es representarlo lo mejor posible, disfrutar mucho esta experiencia», explica la esquiadora a la AFP, añadiendo con orgullo que sus mayores fans son sus hijos, Valentina y Mathias.
La soldado, que estudió Técnico de Finanzas, llegó al esquí un poco sin buscarlo.
«Llegué al deporte de la nieve por medio del Ejército de Chile. Me llevaron al equipo de esquí porque era buena en atletismo. Soy la única en mi familia que practica y me gustó mucho», añade.
En atletismo, Salcedo había sido campeona nacional escolar y categoría menores en 3.000 metros planos y campeona nacional juvenil en 5.000 y 1.0000 metros planos.
«También participé con la selección nacional en un sudamericano de cross country. Yo era juvenil. Fui con mi hermana que también hacía atletismo. Ella era mejor que yo», afirma riendo.
Claudia Andrea Salcedo señala que ha encontrado todas las facilidades para llegar lo mejor posible a la cita surcoreana.
– Facilidades para competir –
«Vivo en Los Andes, pero me fui un mes y medio a Europa a entrenar y competir con el apoyo de la federación de esquí de Chile, el apoyo del Ejército de Chile, con el permiso para ir a entrenar todo ese tiempo, y sobre todo el apoyo de mi familia», explica esta mujer que nació en Santiago, en la comuna de Recoleta, donde vivió antes de irse a vivir a Los Andes.
La miembro del ejército chileno, que empezó tarde en el esquí, cree que hay potenciar que los niños chilenos empiecen a practicar el deporte de la nieve.
«Lo que nos falta es que los niños empiecen a esquiar a corta edad para poder desarrollar bien la técnica, tener más roce con los europeos y recursos, porque no es un deporte barato», afirma.
Con su experiencia tardía en el esquí y sus ganas de hacer cosas en la enseñanza de los deportes de invierno, sueña con ser entrenadora para los jóvenes.
«Mis proyectos son seguir entrenando, si lo puedo hacer, pasar mis experiencias a los niños que están empezando en este deporte para motivarlos a que sigan y seguir con mi trabajo profesional como militar y en el futuro ser entrenadora de niños», explica.