México (AFP) – El Congreso de Ciudad de México aprobó este jueves prohibir la comercialización, distribución y entrega de bolsas y diversos artículos de plástico de un solo uso, una medida contra la contaminación ambiental que entrará en vigor entre diciembre de 2020 y enero de 2021.
La reforma a la Ley de Residuos Sólidos de la capital mexicana, una las urbes más grandes y pobladas del mundo, restringirá primero el uso de bolsas, salvo que sean biodegradables, y se extenderá luego a objetos como cubiertos, platos, pajillas, cápsulas de café, bastoncillos para hisopos, globos, entre otros, detalló el Congreso en un comunicado.
«De esta medida quedan excluidas las bolsas que son necesarias por razones de higiene o que previenen el desperdicio de alimentos, siempre y cuando no existan alternativas», precisó el Legislativo local.
Los legisladores locales, que aprobaron la reforma casi por unanimidad, reconocieron que aunque la medida «trastoca intereses» es un primer paso hacia una regulación que atienda «un problema ambiental grave».
Se busca trabajar en conjunto con las empresas afectadas en el proceso de cambio hacia el uso de otros materiales menos perjudiciales para el medio ambiente, dijeron.
«Es un proceso que les permitirá a las empresas modificar sus esquemas de producción, modificar los elementos que utilizan para cada uno de sus productos», explicó José Luis Rodríguez, diputado del partido oficialista Morena, citado en el comunicado.
El legislador agregó que a partir de septiembre el Congreso podría discutir la generación de un esquema de estímulos fiscales para las empresas que migren sus producciones de plásticos a materiales biodegradables.
En América Latina y el Caribe se produce aproximadamente un 10% de los residuos generados a nivel global, según datos de Naciones Unidas citados por el Congreso local.
En marzo, los países miembros de la ONU reunidos en Nairobi, Kenia, se comprometieron a una «reducción significativa» del plástico de uso único en la próxima década, pese a las reticencias de varios países ricos a imponer restricciones a los productos contaminantes.
Cada año se vierten en los océanos ocho millones de toneladas de plástico.