Tuxtla Gtz (México) (AFP) – Cientos de migrantes cubanos irrumpieron este viernes en oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) del sureño estado mexicano de Chiapas e hirieron a un funcionario, al exigir que se les otorgue permiso para transitar libremente por territorio mexicano para llegar a Estados Unidos.
El grupo de unos 300 cubanos, acompañados de abogados y activistas, acudieron la mañana del viernes a las oficinas migratorias de Tapachula, unos 370 km al sur de la capital estatal Tuxtla Gutiérrez, a pedir que las autoridades los atiendan y resuelvan su solicitud, informó el INM en un comunicado.
«Al no acatar las instrucciones de las autoridades migratorias, los nacionales cubanos forzaron la entrada y un funcionario del Instituto resultó con lesiones de gravedad», ocasionando su traslado a un hospital de la zona, agregó la entidad.
Migraciones explicó que sus normas establecen que el trámite solicitado puede tardar entre uno y 20 días, pero «los extranjeros, a gritos y golpes, querían una solución inmediata para que se les entregara el oficio de salida, el cual les permite una estancia regular por 20 días».
En el área de Regulación Migratoria en Tapachula, encargada de entregar el documento exigido, laboran 27 agentes que atienden de 200 a 300 trámites al día de migrantes de todas las nacionalidades, abundó la institución.
El miércoles pasado decenas de cubanos se apostaron en el exterior de las oficinas para exigir que se agilicen sus trámites, quejándose además de tardanza en los papeleos e incluso de extorsiones.
Luis García Villagrán, director de la ONG Centro de Significación Humana declaró que el INM se halla «totalmente rebasado» por el éxodo de migrantes cubanos y centroamericanos que ingresan a México por el río Suchiate, que recorre parte de la frontera con Guatemala.
Explicó que la desesperación por la dilación en los trámites lleva a los migrantes a buscar gestores o abogados que les cobran de 50 hasta 900 dólares.
«Hay demasiada gente, esto se ha pervertido, porque todo mundo quiere salir directamente al sueño americano», afirmó García.
Cientos de miles de migrantes, principalmente centroamericanos pero también cubanos y sudamericanos, ingresan a México cada año por la frontera sur y atraviesan todo el territorio hasta alcanzar su destino en Estados Unidos en busca de oportunidades de vida, pese a riesgos como la duras condiciones del trayecto y la amenaza de grupos criminales que los secuestran o extorsionan.