Bogotá (AFP) – Colombianos de todas las clases protestaron este domingo en diferentes ciudades para exigirle un cambio de rumbo al gobierno conservador de Iván Duque, que enfrenta desde hace once días inusuales manifestaciones.
Aunque con menos concurrencia que las protestas iniciales del 21 de noviembre, multitudes se reunieron al ritmo de cacerolas en ciudades como Bogotá, Medellín (noroeste), Cali (suroeste), Bucaramanga (noreste) y Popayán (suroeste).
En la capital del país, decenas de indígenas se sumaron a la concentración en un parque central de la ciudad con gritos de «viva el paro nacional», como ha sido llamado el movimiento de protesta.
«Seguimos en un cacerolazo (…) fundamentalmente porque el gobierno de Iván Duque no ha tenido la voluntad política de sentarse con los promotores del paro», dijo a la AFP Alejandra Sánchez, líder estudiantil y miembro del Comité Nacional del Paro, que reúne a sindicatos, estudiantes, indígenas y comunidades afro.
El presidente instaló hace una semana un «diálogo social» para escuchar los reclamos, pero abrió las conversaciones con políticos antes que con los portavoces de la protesta.
Los promotores del paro se mantienen al margen de esa instancia ante la insistencia del mandatario de ampliar el diálogo a sectores que no participan en las movilizaciones.
«Todas las expresiones ciudadanas se escuchan, pero no podemos seguir viendo más pérdidas en la economía», declaró el mandatario en la mañana de este domingo desde el departamento de Guainía (sureste).
En medio de la agitación social que recorre el continente sin una causa común, en Colombia las calles se volcaron contra Duque y su impopular gobierno de 15 meses.
Líderes de la protesta habían convocado para este domingo a un «cacerolazo continental» en simultáneo a las protestas en Colombia, que tuvo poca acogida.
Desde México hasta Argentina, los países habían sido invitados a protestar con cacerolas a las 11H00 GMT en las plazas centrales de ciudades y pueblos.
Desde el 21 de noviembre ríos de personas se movilizan a diario en Colombia en el mayor desafío popular que haya encarado un gobierno desde los años setenta.
Las manifestaciones se suceden a diario en Bogotá y otras ciudades, y aunque por lo general han sido pacíficas, dejan cuatro muertos y 500 heridos entre civiles, militares y policías.
Líderes de la protesta convocaron a una nueva movilización en todo el país el miércoles 4 de diciembre.