Managua (AFP) – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) encontró evidencias de uso excesivo de la fuerza para reprimir las protestas antigubernamentales que sacuden a Nicaragua desde hace un mes, y que dejan 76 muertos y 868 heridos, informó este lunes el organismo.
La CIDH documentó y escuchó «centenares de denuncias que evidencian graves violaciones a los derechos humanos que se caracterizan por el uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del Estado y también de terceros armados», indica un informe preliminar leído por la relatora del organismo, Antonia Urrejola, en rueda de prensa.
Los casos fueron documentados durante la visita que una misión de la CIDH realizó a Nicaragua del 17 al 21 de mayo para reunirse con sectores y personas afectadas por la violencia desde que iniciaron las protestas el 18 de abril.
La escalada ha propiciado pedidos de «renuncia inmediata» del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo desde diversos sectores.
Según información recibida por la CIDH, en el último mes hubo al menos 76 muertos y 868 heridos, «en su mayoría en el contexto de las protestas, de los cuales 5 permanecen hospitalizados de gravedad».
Para disolver las protestas los «antimotines utilizaron armas de fuego, pistolas de balas de goma y gases lacrimógenos en forma indiscriminada», recriminó.
El organismo consignó además que 438 personas fueron detenidas temporalmente de manera arbitraria en la cárcel policial de Managua conocida como El Chipote y en la cárcel La Modelo, sin que se presentaran cargos en la mayoría de los casos.
Las víctimas «alegan haber sido objeto de golpes, insultos o bien no recibir alimentos y escasa provisión de agua», o «haber sido rasurados, esposados con rigor y sometidos a golpes y llaves asfixiantes», dice el informe.
«La CIDH condena enfáticamente las muertes, agresiones, detenciones arbitrarias» ocurridas durante las protestas, agrega.
– Francotiradores y censura –
En su reporte, la CIDH dijo que recibió testimonios que «fuerzas policiales y grupos motorizados abrieron fuego e incendiaron» en abril parte del edificio de la Universidad de Ingeniería, donde varios estudiantes quedaron atrapados y «perdieron la vida».
También hay «varios testimonios (que) hablan del uso de francotiradores» en Managua y Matagalpa (norte), lo que indica «la posibilidad de que se habrían registrado ejecuciones extrajudiciales», denunció el organismo.
La comisión tildó de «inadmisible» la censura de cuatro televisoras, el bloqueo y ataques a medios en Internet, el asesinato del periodista Ángel Gahona y la quema de una radioemisora opositora por transmitir las protestas.
«El informe de la CIDH es tremendamente doloroso. Ningún gobierno que haya cometido esos crímenes puede permanecer en el poder. Los Ortega Murillo deben salir del poder», demandó en un tuit la exguerrillera y disidente sandinista Dora María Téllez.
El informe «es contundente y demoledor. Pone en evidencia las gravísimas violaciones» del gobierno a los derechos ciudadanos, dijo a la AFP el exvicecanciller José Pallais.
El gobierno de Ortega inicialmente no respondió al contenido del informe.
En sus conclusiones, la CIDH recomendó a Nicaragua «cesar de inmediato» la represión y las detenciones arbitrarias de manifestantes y «desmantelar los grupos parapoliciales» que atacan a la población.
El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, hizo votos por que el gobierno escuche a la CIDH «para que de una vez y por siempre acabe con esas turbas».
– «Renuncia inmediata» –
Entre tanto, estudiantes, empresarios y miembros de la sociedad civil demandaron este lunes «la renuncia inmediata» de la pareja presidencial, en la tercera jornada de diálogo mediado por la iglesia católica.
La dirigencia estudiantil rechazó además el anticipo de elecciones antes de 2021, al entender que «permitiría una oxigenación al régimen» y recomponer las bases de su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
«No queremos un simple recambio de élites políticas» con unas elecciones anticipadas, «creemos que el inicio de un proceso democratizador solo es posible con la ausencia de Daniel Ortega, Rosario Murillo y sus secuaces», declaró el dirigente universitario Lester Alemán.
Las conversaciones fueron transmitidas en vivo por televisión.
El canciller Denis Moncada, quien encabeza la delegación del gobierno, sorprendió a la mesa de diálogo al señalar que los temas políticos e institucionales son objeto de una negociación con la Organización de Estados Americanos (OEA).
«Hay una vía paralela a este diálogo» que están trabajando el gobierno y la OEA hace dos años para el fortalecimiento político, institucional y electoral, señaló.
Con el diálogo entre el gobierno y los opositores se busca una salida pacífica a las protestas.