Santiago (AFP) – A dos meses de las elecciones generales en Chile el juego está abierto para siete candidatos que buscan reemplazar al presidente conservador Sebastián Piñera, al arrancar este miércoles una campaña en la que 50% de los votantes están indecisos.
El joven diputado de izquierda Gabriel Boric y el abogado de derecha Sebastián Sichel lideran las encuestas.
En tercer lugar figura la senadora Yasna Provoste, de la coalición de centroizquierda que dominó la política chilena tras el retorno a la democracia, pero que llega a los comicios con un apoyo menguado por reproches de que no se esmeró en reformar el modelo económico liberal heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), señalado como una de las causas de las desigualdades en el país.
Según la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), un ‘think tank’ de tendencia liberal, la mitad de los chilenos aún no decide por cual candidato votará, una cifra sin precedentes en las últimas tres décadas.
«Que un 50% de la ciudadanía esté indecisa, en el fondo muestra que la elección va a ser muy abierta, y que los candidatos más competitivos pueden, en el periodo de campaña, crecer lo suficiente para ampliar su recepción de parte de la ciudadanía», dice a la AFP la académica Pamela Figueroa, de la Universidad de Santiago.
A dos meses de las elecciones de 2013 -en que triunfó la socialista Michelle Bachelet- los sondeos mostraban 13% de indecisos; y en 2017 -cuando ganó Piñera- eran 26,8%.
«Debates decisivos» –
La campaña arranca con una estrecha ventaja de Boric (13%), diputado de 35 años de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, que incluye al Partido Comunista. Le sigue con dos puntos menos Sichel, de 44 años, del gobernante bloque derechista Chile Vamos.
Con 6% aparece la demócrata cristiana Provoste, expresidenta del Senado, que es apoyada por los partidos de la coalición de centroizquierda, incluido el Socialista.
Hay otros cuatro candidatos con menos respaldo.
Se anticipa una dura contienda entre Boric y Sichel, en la que «los debates serán decisivos y pueden tener un peso que no han tenido en los últimos 31 años desde el retorno a la democracia», dice a la AFP el analista Javier Couso, de la Universidad Diego Portales.
El primer debate televisivo será este miércoles.
En los comicios del 21 de noviembre, a los que están convocados 14,7 millones de chilenos, también serán renovados el Congreso y los consejos de las 16 regiones del país. Las nuevas autoridades iniciarán su mandato de cuatro años el 11 de marzo.
«Crisis de legitimidad» –
La carrera electoral comienza en medio de una «crisis de legitimidad y confianza» del liderazgo político, tras el estallido social de octubre de 2019, que destapó las desigualdades sociales en Chile y puso en jaque al gobierno de Piñera, dice Figueroa.
Según la analista, «los partidos políticos no han logrado adaptarse al cambio vivido por la sociedad chilena tras la crisis de octubre de 2019, y eso implica el desafío para sus candidaturas de profundizar en la transparencia y la democracia».
En mayo, la elección de los 155 miembros de la Convención Constitucional que redactará una nueva carta magna marcó otro hito con el sorpresivo triunfo de candidatos independientes sobre los postulantes de las agrupaciones políticas.
Esto llevó a varios partidos a buscar un «recambio generacional» de sus candidatos para enfrentar el nuevo ciclo «de profundización de la democracia», apunta Figueroa.
«Candidato novedoso» –
En las elecciones primarias del 18 de julio, que convocó a 3,14 millones de ciudadanos, Boric se transformó en el candidato presidencial más joven en la historia de Chile, tras vencer al popular alcalde comunista del municipio capitalino de Recoleta, Daniel Jadue.
En tanto, los electores de derecha se inclinaron por Sichel, que se postuló como independiente y, respaldado por el empresariado y Piñera, superó a Joaquín Lavín, alcalde conservador del pudiente municipio capitalino de Las Condes.
«Boric es el candidato novedoso, es el gran candidato de este momento en un Chile que parece haber girado a la izquierda. Sichel hizo una gran campaña en la primaria, pero no ha logrado dar con el tono y muestra una falta de propuesta», sostiene Couso.
La campaña viene precedida de una caída del apoyo hacia la derecha gobernante, pero la oposición de centroizquierda llegará dividida a los comicios entre Boric y Provoste.
«La mayoría de la sociedad chilena está buscando […] un centro más bien progresista y en esta campaña las candidaturas deben ir hacia ese centro con cambios para una mayor igualdad y la inclusión», expresa Figueroa.
«Pero también, el próximo presidente debe apoyar el trabajo de la Convención Constituyente de dar al país un nuevo texto Constitucional», agrega.