Algunos de los primeros recuerdos de Ronaldo Linares son en una cocina.
Se recuerda a la edad de cinco años parado en un cajón de leche, pelando papas en el restaurante y club nocturno nightclub de sus padres en Medellín, Colombia. Para evitar que hiciera travesuras, sus padres también lo ponían a hervir elotes y a moler los granos de maíz para las arepas.
“Durante ese período, pensaba, ‘esto es un dolor’”, recordó Linares, quien hoy es el chef ejecutivo del restaurante de cocina cubana que tienen sus padres en Somerville, Nueva Jersey.
Pero esas experiencias le inculcaron un amor por la comida. El autor de un libro de cocina y concursante en la serie “Chopped” del canal Food Network ha logrado mucho desde aquellos días en los que ayudaba hacer las tortas de maíz populares en su natal Colombia.
El hombre de 36 años y padre de dos hijos perfeccionó sus destrezas culinarias cuando era cocinero en el Cuerpo de Marines. Linares tenía que acatarse a un menú estricto, pero conforme demostraba que tenía madera para la cocina, se le permitió cocinar ropa vieja, pollo ajillo y otros platillos cubanos que aprendió a cocinar de ver a sus padres haciéndolos.
Su pasión por comer saludablemente la desarrolló en una etapa más temprana de su vida.
Linares aumentó mucho de peso después de que sus padres trasladaron a la familia a Estados Unidos. Por querer integrarse lo más rápido posible en la cultura adolescente estadounidense, Linares comía muchas hamburguesas y pizzas. Sus padres también tenían una dieta muy mala.
La de ellos es una experiencia compartida por muchas familias inmigrantes hispanas y latinas, dijo Linares. En muchas de ellas, comer saludable pasa a segundo plano porque los adultos se dedican a trabajar para mantener a sus familias aquí y en el extranjero.
“Por eso es que me importa mucho la salud de los latinos y que regresemos a nuestras costumbres culinarias”, dijo Linares, de padre cubano y de madre colombiana.
Después de su primer año de secundaria – y de no tener suerte con las jovencitas en la escuela – Linares decidió perder peso. Empezó a hacer ejercicio con regularidad y le pidió a sus papás que cocinaran las comidas saludables que preparaban cuando vivían en Colombia.
Los hábitos de nutrición y condicionamiento físico que adquirió en la fuerza armada profundizaron su compromiso a llevar una dieta saludable y hacer ejercicio.
Y sin embargo Linares entiende por qué a los hispanos y los latinos con diabetes se les dificulta cumplir con las órdenes dietéticas que les manda el médico para controlar su condición.
“Como latino”, dijo, “no voy a seguir una dieta de un médico que me requiera comer pollo hervido, trozos de apio o mantequilla de maní porque no es mi cultura”.
Con eso en mente, Linares se puso a experimentar con sus recetas favoritas de comida cubana. El resultado fue Sabores de Cuba, una colección de recetas de platillos cubanos clásicos que tienen un toque saludable para aquellos que son diabéticos.
La receta de picadillo, por ejemplo, se prepara con carne de pavo en lugar de carne de res. Para preparar el pernil marinado en mojo, usa la paleta en lugar del lomo. Y para hacer el sándwich cubano, usa carne de pavo con poca en grasa, queso suizo bajo en grasa y pan multicereales.
Los latinoamericanos pueden comer platillos saludables que incluyen los aromas y los sabores conocidos de sus países natales, dijo Linares, quien disfruta los recuerdos de las comidas familiares en Colombia. Aún siente el sabor del pollo asado con hierbas, los frijoles colorados y las arepas que no faltaban en esas reuniones.
“Fue una época fabulosa”.