Lima (AFP) – El candidato presidencial izquierdista Pedro Castillo, que encabeza el lento escrutinio en Perú, rechazó este martes los llamados a anular las elecciones por supuesto fraude, formulados por políticos de derecha que apoyan a la candidata Keiko Fujimori.
«Se sigue llamando a tumbarse una elección», dijo Castillo a corresponsales de prensa extranjera en la sede de su partido en Lima.
El profesor rural agregó que estaban «pacientes esperando un resultado», en alusión al trabajo del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), dijo en una comparecencia donde no aceptó preguntas de los periodistas.
Este tribunal electoral está revisando las impugnaciones antes de proclamar un ganador nueve días después de los comicios, que contaron con el 74,5% de participación y en los que los observadores de la OEA dijeron que no hubo «graves irregularidades».
«La democracia tiene reglas y plazos que todos debemos respetar», declaró el cardenal Pedro Barreto este martes al canal RPP sobre los llamados a anular los comicios, y dijo que la Iglesia católica «está disponible» para mediar con el fin de superar la «dolorosa y frustrante incertidumbre» que vive el país.
Fujimori, que denuncia «fraude» y ha pedido anular miles de votos, solicitó además una «auditoría informática» al órgano electoral (ONPE), mientras el JNE revisa las impugnaciones presentadas por cada bando, principalmente por ella.
Ambos órganos electorales están bajo fuego de los sectores más radicales que apoyan a Fujimori, que temen que la revisión de las impugnaciones por parte del JNE no impida un triunfo del maestro de escuela rural izquierdista.
La ONPE organiza los comicios y cuenta los votos, mientras que el JNE resuelve las impugnaciones y proclama al ganador oficial.
La imparcialidad de ambos organismos autónomos ha sido avalada por los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), que dijeron que la votación del 6 de junio fue limpia, sin «graves irregularidades».
«Nuevas elecciones –
El almirante retirado y parlamentario electo Jorge Montoya llamó el lunes a anular los comicios y convocar «nuevas elecciones con auditores internacionales», al asegurar en Twitter que el sistema electoral peruano «ya no brinda confianza», por lo que deben renunciar los jefes de la ONPE y el JNE.
Montoya es además uno de los 64 generales y almirantes retirados que -en sintonía con Fujimori- pusieron en duda el lunes la transparencia de los comicios, lo que llevó al Ministerio de Defensa a expresar que este grupo de oficiales jubilados «no representa a las Fuerzas Armadas».
«Con el pedido de nuevas elecciones se está queriendo generar violencia», dijo la candidata a vicepresidenta de Castillo, la abogada Dina Boluarte, en la reunión con la prensa extranjera.
En la calle, decenas de fujimoristas realizan diariamente manifestaciones frente a las casas de los jefes de la ONPE, Piero Corvetto, y del JNE, Jorge Luis Salas, cuyas viviendas están ahora con custodia policial. Esa actitud ha sido denunciada por la comisionada de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
Perú está sumido en convulsiones políticas desde hace cinco años que lo llevaron a tener tres presidentes en cinco días de noviembre de 2020, además ha resultado muy golpeado por la pandemia y la crisis económica.
«Intento golpista» –
«La posición que está tomando un grupo de la derecha es sediciosa, pero el país está en calma. Son grupos políticos de la vieja derecha de estilo pinochetista que creen que Keiko no va a ser presidenta y quieren en su reemplazo poner al almirante Montoya como presidente de transición», dijo este martes a la AFP el analista Hugo Otero, exasesor del expresidente Alan García.
«Cuando pierdes una elección, toca asumir los errores. En el Perú se está organizando un intento golpista para impedir que la decisión del pueblo se concrete. Un grupo principalmente de Lima ha creado una narrativa dañina para el país y su endeble democracia», tuiteó este martes la analista y académica peruana Lucía Dammert, quien reside en Chile.
«No sé si legalmente es posible anular las elecciones, pero cada día aparecen evidencias de manipulación de actas electorales y una serie de irregularidades», dijo por su parte a la AFP Fernando Rospigliosi, asesor de Keiko Fujimori.
«Hay que seguir contando los votos porque la autoridad electoral tiene que evitar las dudas más importantes sobre el proceso para calmar las cosas y acabar con el clima de crispación», agregó.
«Esto puede acabar muy mal» si la crispación sigue en alza acotó tras exhortar a la calma.
El último cómputo del órgano electoral (ONPE) da a Castillo una ventaja de casi 45.000 votos (50,12% versus 49,87% de Fujimori) con el 99,98% de las mesas escrutadas, por lo que ahora todo el proceso depende de lo que resuelva el JNE para que los peruanos sepan quien será su nuevo presidente.