Santiago (Chile).- La misteriosa mirada del flamenco, primer largometraje del realizador chileno Diego Céspedes, ha sido seleccionado para competir en la Selección Oficial del Festival de Cannes 2025, consolidando la notable proyección internacional del cine chileno contemporáneo.
El prestigioso certamen francés acogerá la world premiere de esta emotiva y provocadora película entre el 13 y el 24 de mayo, marcando un hito no solo para su joven director, sino también para una generación de creadores que renueva los imaginarios del audiovisual latinoamericano.
Ambientada a principios de los años 80 en un desolado pueblo minero del desierto chileno, la película cuenta la historia de Lidia, una niña de once años que crece en una familia queer marginada por su comunidad.
La familia es acusada de propagar una misteriosa enfermedad que, según los rumores, se transmite con una sola mirada entre hombres que se aman. La joven protagonista emprende una intensa búsqueda de venganza, desafiando un entorno hostil marcado por el miedo, la ignorancia y la violencia. En ese viaje, el único refugio que encuentra es el amor de los suyos, aunque este mismo amor parezca ser el origen del peligro.
La película es una coproducción internacional liderada por Quijote Films (Chile) junto a Les Valseurs (Francia), Weydemann Bros Films (Alemania), Wrong Men (Bélgica) e Irusoin (España).
El elenco está compuesto por Tamara Cortés, Matías Catalán, Paula Dinamarca, Claudia Cabezas y Luis Dubó, cuyas interpretaciones se entrelazan con una propuesta estética cargada de simbolismo, ternura y humor. La sensibilidad que envuelve el relato se nutre tanto de la experiencia personal del director como de una visión artística que desafía los estereotipos y pone en el centro la dignidad de los marginados.
Diego Céspedes, cuyo talento ha sido reconocido anteriormente en Cannes con sus dos cortometrajes previos, dirige por primera vez un largometraje con una madurez sorprendente. Su mirada parte desde lo íntimo y cotidiano, alejándose del discurso didáctico para explorar la belleza espontánea y muchas veces imperfecta de la vida en comunidad.
«Quise contar la ternura, el humor y la locura con la que yo siempre he crecido», expresa el director, quien recuerda con especial emoción a los peluqueros de la población El Estanque, en Peñalolén, figuras queer que marcaron su infancia y que murieron durante la crisis del SIDA en Chile.
La historia, sin embargo, trasciende el retrato personal. Céspedes no busca educar ni reivindicar desde la consigna, sino abrir una conversación más profunda sobre la empatía humana en tiempos de polarización y prejuicio.
«Para mí, el mensaje radica en la capacidad de mirar a los ojos a la otra persona, de entenderla más allá de los miles de prejuicios que cargamos», afirma. Esa mirada, justamente la del flamenco enigmático del título, se convierte en un símbolo de conexión, de peligro, de deseo y también de esperanza.
El productor Giancarlo Nasi, al frente de Quijote Films, celebró con entusiasmo la noticia de la selección oficial en Cannes.
«Esta es la séptima vez que una de nuestras películas llega al festival, pero estar en la competencia oficial tiene un valor especial», señala. Nasi destaca el equilibrio que la película logra entre la melancolía profunda y un humor entrañable, elementos que, combinados con su potente carga simbólica, ofrecen una experiencia cinematográfica singular.
«Es profundamente chilena, pero también universal. Habla de los mártires de la comunidad LGBTI, de la familia, la amistad y la inocencia de una niña», añade.
La trayectoria de Quijote Films respalda el potencial de este nuevo proyecto. La productora, fundada en 2009, ha estado detrás de películas de alto impacto como Los colonos (2023), la cual también compitió en Cannes y fue la candidata oficial de Chile a los premios Oscar 2024. Otras películas incluyen Blanquita (2022), ganadora en Venecia; Blanco sobre blanco (2019); y Tierra y sombra (2015), galardonada con la Cámara de Oro en Cannes.
Más recientemente, su producción O Último Azul (2025) triunfó en la Berlinale con un Oso de Plata del Gran Jurado.
Con La misteriosa mirada del flamenco, Diego Céspedes se incorpora de lleno al panorama internacional del cine de autor, y lo hace con una voz propia, comprometida, y a la vez profundamente poética. La película no solo pone en primer plano a los desplazados de siempre, sino que también los muestra como seres complejos, capaces de crear belleza y comunidad incluso en medio del desierto más árido.
En esa contradicción, como señala su director, reside toda la fuerza de su cine: «una belleza anómala y profundamente sensible».
Chile llega así a Cannes 2025 con una propuesta fresca, valiente y cargada de emoción. Una historia que no teme al dolor ni al humor, y que apuesta por mirar —y dejarse mirar— en medio de las sombras. La travesía apenas comienza, pero la mirada del flamenco ya está dejando huella.