Candidato independiente quiere acabar con la corrupción y la impunidad en Panamá
El candidato presidencial independiente panameño Ricardo Lombana (C), del partido "Otro Camino Panamá" viaja en el metro mientras hace campaña el 30 de marzo de 2019 en Ciudad de Panamá © AFP Luis ACOSTA

Ciudad de Panamá (AFP) – Ricardo Lombana, candidato independiente hasta hace poco desconocido y que viene creciendo en las encuestas, quiere ganar las próximas elecciones de Panamá para impulsar una nueva Constitución que «rompa los puentes» de la impunidad y la corrupción en el país, asediado en los últimos años por varios escándalos.

Con un discurso contra las cúpulas partidistas, el clientelismo y la corrupción en el sector público, Lombana, de 45 años, ha logrado cautivar a buena parte del electorado para las elecciones generales del próximo 5 de mayo.

«El principal problema del país es la corrupción, si no arreglamos el problema de la corrupción vamos a seguir dando vueltas en lo mismo», dijo Lombana a AFP durante una de sus giras.

Para enfrentar ese flagelo, propone una nueva Carta Magna que «rompa varias ventanas y varios puentes de impunidad que permite la propia Constitución de hoy», afirmó.

Para ello pretende convocar un referéndum para una nueva Constitución que reste poder al presidente, limite el uso de fondos públicos y reforme la justicia para elegir magistrados en base a méritos.

También propone reducir el número de diputados, prohibirles usar de fondos públicos e impedir su reelección.

Otras medidas son la creación de «grupos anónimos» en las instituciones para denunciar malos manejos y reformas legales para aumentar las penas por corrupción y evitar la prescripción de este tipo de delitos.

«Que no puedan ocupar cargos públicos de por vida o correr para cargos de elección popular personas que hayan sido condenadas por corrupción», enfatizó.

– «Voto antisistema» –

Abogado, periodista y excónsul en Washington durante el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009), Lombana era un desconocido en la política local hasta hace pocos meses. Creó el movimiento «Otro Camino Panamá», mediante el cual financia su candidatura a través de aportaciones de sus partidarios.

Lombana es el candidato más joven de los siete que aspiran a la silla presidencial.

Según una encuesta del instituto de investigación español GAD3, publicada este martes por el diario La Prensa, Lombana cosecha 15,3% de las adhesiones, detrás del opositor Laurentino Cortizo (socialdemócrata, 27,9%) y el excanciller Rómulo Roux (derecha, 16,9%).

«Hay un voto antisistema, antipartidos políticos, sobre todo contra sus cúpulas, que originalmente han sido corruptas, y creo que estamos empezando a cautivar y a lograr ese voto de manera significativa», afirmó.

Panamá ha sido golpeado en los últimos años por escándalos de corrupción, presuntamente vinculados al gobierno del expresidente Ricardo Martinelli, actualmente en prisión preventiva, enjuiciado por presuntamente espiar a opositores a su administración (2009-2014).

Pero no es el único. Una amplia percepción de corrupción persigue a todos los gobiernos desde la invasión estadounidense de 1989.

Además, Panamá fue el epicentro del escándalo internacional de los «Panama Papers» y apareció involucrado en los millonarios sobornos de la constructora brasileña Odebrecht.

Candidato independiente quiere acabar con la corrupción y la impunidad en Panamá
El candidato presidencial independiente panameño Ricardo Lombana (I), del partido «Otro Camino Panamá» camina junto a su esposa Aileen por un centro comercial mientras hace campaña el 30 de marzo de 2019 en Ciudad de Panamá
© AFP Luis ACOSTA

Lombana aseguró que su eventual gobierno «jamás» contratará a Odebrecht porque buscará cambiar la ley para impedir que empresas condenadas puedan participar en contratos públicos.

– Sin presión de Washington y Pekín –

En política exterior, Lombana defiende las buenas relaciones con Estados Unidos y China, pero advirtió que Panamá «no tiene nada que hacer en el forcejeo político» entre ambas potencias.

«Cualquier cosa que nos exija China o Estados Unidos como parte de una estrategia de presión geopolítica o de posicionamiento, Panamá debe abstenerse», indicó.

Sin embargo, no dudó en manifestar que «el socio histórico» de Panamá es Washington «y eso no va a cambiar ni debe cambiar».

Respecto a las relaciones con China, se mostró escéptico con un proyecto de tren que Pekín se ha comprometido a construir en el oeste de país porque «no es prioridad».

«Yo me alegro del tren, pero yo me hubiera concentrado en pedirle a la República Popular de China algo que fuera prioritario para la nación panameña, como educación, salud o tecnología», dijo.

Aunque defiende una política exterior «neutral» y de «consenso», aseguró que Panamá seguirá en el Grupo de Lima, de países latinoamericanos que desconocen al gobierno venezolano de Nicolás Maduro.

Anticipó que será más «enérgico» con el uso de medidas de retorsión para las empresas de los países que acusen a Panamá de ser un paraíso fiscal.

«Ser más enérgico no es simplemente gritar más, es ir construyendo y tejiendo las alianzas con nuestros aliados que nos ayuden a enfrentar a estos grandes cuando se enfilan contra Panamá», concluyó.